Hemos encontrado en la página web de la atleta palentina Marta Domínguez Azpeleta ha hablado de sus sensaciones, sus valoraciones y sus sentimientos una vez pasado el huracán de los Europeos de Barcelona. Con reflexión y sinceridad, cuenta en su web oficial, como si de una película ya pasada se tratase, su particular y más personal visión de lo sucedido en la Ciudad Condal, donde alcanzaba la medalla de plata.
¿Qué valoración hace de los Europeos de Barcelona ?
La valoración es buena. Conseguir una medalla no es nada fácil. La costumbre es dar siempre números ganadores altos. Barcelona ha tenido una participación de gran nivel no sólo europeo sino de carácter mundial. Cada uno de los atletas que hemos participado, teníamos nuestras expectativas. Ha habido medallas donde teníamos posibilidades, otras que se daban como seguras nos muestran lo difícil que es subir al pódium.
¿Qué sensaciones tuvo en semifinales?
Las sensaciones no fueron nada buenas. El día tuvo un 90% de humedad, algo normal en Barcelona y una temperatura bastante alta. El sol daba de lleno a las doce en el Estadio y todo esto me afectó. No me encontré como esperaba. Durante la carrera no me sentí cómoda. No estaba adaptada y lo noté.
¿Cómo transcurrieron esos días antes de la gran cita en Barcelona?
Yo corrí apenas 24 horas de llegar a Barcelona. No me gusta estar mucho tiempo antes ya que el estar en el lugar de la competición te crea mucho desgaste, psicológicamente es intenso. Una vez en el lugar de la prueba, sigo una rutina estricta, basada en el descanso, alimentación y suaves entrenamientos. No me gusta obsesionarme con la carrera.
Intento estar lo más tranquila posible durante esos días. En cuanto a la convivencia, pues bien la persona con la que más me relaciono es con mi compañera de habitación, ya que cada atleta sigue su ritmo diario en cuanto a comidas, entrenamientos, idas y venidas a la pista de manera individual. Son días muy rutinarios y buscas estar lo más tranquila y descansada posible.
¿Notaron los atletas la presión de correr en casa?
Yo personalmente sí. Barcelona, España me puso como principal estandarte y eso lo noté bastante. Desde el comienzo de la temporada, la vista era Barcelona. Fue algo mutuo, yo quería darle a España la medalla, a Barcelona agradecerle el respeto y reconocimiento que siempre me brinda y dar el máximo. Me pusieron ya casi el oro. Durante la presentación antes de la final, el estadio se volcó conmigo, vitoreaban mi nombre y se escuchaba con fuerza en la pista, esos ánimos, me llegaron con muchísima emoción y responsabilidad. Corrí verdaderamente con mucha presión.
Ha alcanzado el Campeonato del Mundo y el subcampeonato de Europa en una prueba relativamente nueva para usted, ¿se planteó este éxito en los 3.000 obstáculos cuando decidió dar el cambio?
Cambié por motivación. En el 5.000 ya llevaba tiempo. Había conseguido importantes resultados, pero notaba que necesitaba algo diferente. La idea del 3.000 obstáculos no me escandalizó, desde pequeña ya me gustaba. Recuerdo haber pasado un obstáculo en mi época de niña un día en plan «voy a saltar el obstáculo» y lo hice sin problema. Cuando de manera seria me lo planteé no me dio ningún miedo. Las medallas no me las planteaba. Empecé a entrenar con mucha motivación y con total entrega, trabajando al 100% que es como me gusta hacer las cosas y dándolo todo.
¿Cuánto tiempo dedicará al descanso a partir de ahora y cuándo comenzará a pensar en los Juegos Olímpicos?
Necesito descansar ahora. Ha sido un año muy duro a nivel psicológico. Estaré apartada de la pista y de las masas. Es lo que quiero ahora y lo que me toca. Me planteo las cosas poco a poco, así que cuando llegue la fecha me pondré a pensar en la nueva temporada.
Con 35 años y un palmarés como el suyo, ¿le quita el sueño conseguir la única medalla que te falta, que sería, además, la primera de un deportista palentino en unos Juegos?
No me quita el sueño. Estoy muy contenta de haber conseguido todas las medallas logradas. No tengo nada que demostrar. Lo que tenga que venir que venga y yo seguiré luchando para hacer las cosas bien.
Fuente: web de martha Dominguez