MÉXICO (EFE).— El mexicano Juan Carlos Romero intentará convertirse en el primer corredor de México que baje en siete años de la marca de 2.09 horas en una maratón, cuando dispute el próximo domingo la Maratón de Chicago.
“Hemos trabajado para los 2.09, ha cumplido bien un plan de 12 semanas de preparación”, dijo Germán Silva, entrenador del corredor, que tiene un registro de 1 hora 01.48 minutos en media maratón, con el cual se colocó noveno el año pasado en el Campeonato Mundial.
México tuvo una generación de grandes maratonistas que en la década de los años 90 conquistó las principales pruebas del mundo, pero después del retiro de algunos como Silva, Dionisio Cerón, Andrés Espinosa y Salvador García, no ha habido un relevo.
El último mexicano en bajar de 2.09 en una maratón fue Espinosa, quien a los 40 años implantó una plusmarca mundial máster de 2h 08.46 el 28 de septiembre de 2003 en Berlín.
Según los especialistas, Romero tiene posibilidades de quebrar ese registro, aunque enfrenta la dificultad que será su primer maratón después de una preparación dedicada a esa prueba.
"Él puede hacer cosas grandes como las que logró la generación de maratonistas mexicanos que estuvo entre los mejores del mundo”, dijo a Efe Silva, quien entrena a Romero, oro en 10,000 metros en los Juegos Centroamericanos y del Caribe de Mayagüez 2010.
A pesar de tener 32 años, una edad avanzada para empezar una carrera como maratonista de alto nivel, Romero comenzó tarde en el atletismo, es fuerte y muy competitivo como mostró el año pasado en el Mundial de Medio Maratón de Birmingham, donde se tuteó con los favoritos corredores africanos y derrotó a algunos.
Romero y el finalista olímpico de 5,000 metros Juan Luis Barrios son las esperanzas del país de volver a tener corredores de alta categoría en maratón, mientras en mujeres la principal figura es Madaí Pérez, con un registro de 2h 22.59, que la coloca como la mejor hispanoamericana de la historia.