Javier Bermejo, miembro de dicha Comisión y uno de los firmantes del manifiesto de los atletas españoles contra el dopaje, publicado tras la Operación Galgo, destacó, especialmente, el valor testimonial de la propuesta, ya que no tiene muchas esperanzas de que prospere, debido a sus connotaciones internacionales.
"Se trata de endurecer el castigo para los dopados, que lo reconozcan y que en caso contrario no vuelvan al equipo nacional, para que nadie piense que puede salir bien librado incluso aunque le pillen, como sucede ahora en muchos casos", indicó.
Bermejo, siete veces campeón de España de salto de altura, recordó que en Gran Bretaña el velocista Dwain Chambers "no puede competir en los Juegos Olímpicos, aunque haya cumplido su sanción".
"En España, Paquillo Fernández, por ejemplo (que reconoció estar en posesión de productos dopantes), se va a librar con un solo año y como es un marchador, sin competiciones en invierno, equivale a seis meses, más o menos como cualquiera que sufre una lesión, y eso no debe ser así", añadió.
Bermejo es partidario de que a todos los atletas de elite que cometan una infracción de dopaje se les retenga la beca federativa y los premios, de manera que sólo se les paguen en el caso de que fueran absueltos.
"Un atleta de elite", explicó, "no vive de la beca federativa, no la necesita para comer, sino que vive de los premios que cobra por competir, por lo que se podría implantar la congelación del pago. Es una forma de meter miedo para que no se manche el atletismo".
"En definitiva", afirmó Bermejo, "lo que queremos con esta propuesta es que todo el mundo sepa que estamos en contra del dopaje y que vamos a luchar contra esa lacra".
En caso de superar la criba de la Junta de Gobierno, las propuestas podrán ser debatidas en la asamblea general que la Federación Española celebrará el próximo domingo en la sede del Comité Olímpico Español.
Fuente: http://www.as.com/
