Dolores Checa consiguió el quinto puesto en la final de 3.000 metros de los Europeos en sala, dos años después de hacer un paréntesis en su carrera deportiva para dar a luz a su hija Alba.
La atleta valenciana había llegado a París sin más ambiciones que reencontrarse en una pista después de casi dos años sin competir por su maternidad. Pero en semifinales, tirando de principio a fin, comprobó que estaba bien.
La final empezó lenta. Nadie quiso tomar el mando. La rusa Yelena Zadorozhnaya, de 33 años, marcó el ritmo en el primer mil (3:07.51), hasta que una de las favoritas, la británica Helen Clitheroe puso un punto de velocidad. Checa formó frente con ella y pasaron el segundo kilómetro en 6:06.10.
Clitheroe apretó a 500 de meta y la valenciana, que había trabajado durante cinco vueltas, no pudo seguir a las cuatro de cabeza. Se impuso la británica con 8:56.66, seguida de la rusa Olesya Syreva (8:56.69) y la polaca Lidia Chojecka (8:58.30). Checa cruzó la meta en 9:02.18.
La cántabra Paula González se descolgó en el segundo kilómetro y llegó en el duodécimo y último puesto con 9:20.32.
En 2008, Loli Checa sólo supo unos días después que el 3 de julio había corrido embarazada los 5.000 metros en la reunión de Oslo. Aquél día consiguió la mínima para los Mundiales de Berlín con 15:08.27 pero de nada le sirvió.
Con aquél registro Checa se despidió del atletismo hasta finales del 2010. Ahora regresado bajo la batuta de Antonio Serrano. Un año después de dar a luz a su hija Alba, ya está en condiciones de presentar batalla en la escena internacional.
Fuente: marca