La rusa, de 28 años, dejó a Trofimov tras su victoria en el Mundial de Helsinki, en 2005, en el que batió su propio récord del planetario, con un registro de 5,01 metros.
La ex gimnasta pasó a entrenarse tras firmar aquella marca con Vitaliy Petrov, en Italia.
Petrov fue el técnico que dirigió al ucraniano Serguei Bubka, que sigue teniendo el récord del mundo masculino de la disciplina, con una altura de 6,15 metros, firmada el 21 de febrero en Donetsk de 1994 (Ucrania).
La rusa pensaba poder llegar con él a una marca de 5,15 metros o de 5,20 metros, siguiendo la idea de ir poco a poco superando registros para aprovecharse mejor de la prima de 35.000 euros atribuida por la IAAF con cada récord mundial.
Sin embargo, Isinbayeva decepcionó dados sus resultados, aunque llevó el récord a 5,06 metros el pasado 28 de agosto de 2009, antes de no ser capaz de realizar con éxito el primer salto en el Mundial de Berlín.
Desde entonces, encadenó los malos resultados, y hace un año en Doha, terminó por quedare a los pies del podio de aquel Mundial es pista cubierta, para después tomarse un año sabático con los objetivos de encontrar motivación y darle un descanso a su cuerpo.
Al volver a entrenar con Trofimov, Isinbayeva regresará a su cuidad natal, Volgograd, donde la descubrió su primer técnico.
La saltadora con pértiga tiene la idea de poner fin a su carrera en el otoño (boreal) de 2013, después de disputarse el Mundial de Moscú.
Fuente: Terra noticias
