¿QUIÉN LE RESTITUYE ahora a Marta Domínguez la fama que le han arrebatado? Es indignante lo que ha pasado con todo el tema del ‘doping’, sea con atletas, ciclistas, futbolistas o con cualquiera otra disciplina deportiva. Dicen, quienes conocen a la palentina, que ya no es la que era antes. De ser una persona sociable con los vecinos ha pasado a recluirse en su cuartel general por vergüenza, miedo o respeto social. En Palencia, y en otros muchos pueblos y ciudades, tenían a Marta como el ejemplo de la superación, del esfuerzo, de la constancia y el tesón en pos de un objetivo. Muchos niños y niñas veían en la atleta, el modelo a seguir. ¿Qué va a quedar de aquello? El mazazo propinado por la ‘operación Galgo’ a esta mujer no tiene precedentes. Es sepultar en vida su carrera deportiva y lo que es peor, la humana. Porque se ha puesto en duda su honestidad, su moral y su vida en su conjunto.
La noticia es clara y no deja lugar a la duda. El auto del juzgado acuerda el sobreseimiento provisional y el archivo de las actuaciones relativas a la comisión de un supuesto delito de dopaje deportivo sobre la atleta Marta Domínguez y su agente José Alonso Valero, tras confirmar la Agencia Española de Medicamentos y la Agencia Estatal Antidopaje que las botellas facilitadas por ellos al atleta Alberto García no contenían sustancias dopantes.
Escueto el auto del juez pero aquí a alguno de sus compañeros debía de caérseles la cara de vergüenza. Nada más conocer la falsa noticia de dopaje, se apresuraron a decir –mes de diciembre pasado— que a nadie le extrañaba que Marta se dopara y además, traficara. Y se quedaron tan anchos. Y los directivos de la Federación de Atletismo, lo mismo. Hace falta valor.
Los daños morales a la atleta palentina son irreparables. Aunque el juez se haya pronunciado a su favor, la sombra de la duda planea sin poder evitarse. Es la expresión más clara de la máxima que dice «calumnia, que algo queda». Pero lo más grave es que todo esto se ha producido por una errónea investigación policial.
Fuente: el correo de burgos