El mundo del atletismo hace tiempo que esperaba el triplete del gigante Bolt, pero ha sido la americana Allyson Félix la primera de la historia en convertirse en velocista total. Félix completó el círculo la pasada madrugada ganando los 400 metros en el Campeonato de Estados Unidos, en donde en ediciones anteriores se había hecho con los 100 y 200 metros. Insólito. Tanto, que en el Mundial de Daegu apostará por las dos distancias más largas.
Allyson Félix (Los Ángeles, 1985) es una de las damas del atletismo americano. De las pocas que aguantan el vendaval que llega desde el reducto jamaicano. Pero en su hoja de ruta tan solo aparecían éxitos a nivel mundial en los 200 metros. Siempre ha sido una especialista en la prueba de la curva, en donde exhibe tres oros mundialista y dos olímpicos, incluidas la últimas citas de Pekín y Berlín.
Pero nadie podía pensar en el insospechado triunfo en la prueba de la vuelta a la pista. La californiana marcó un registro de 50,40 segundos, nueve centésimas mejor que Francena McCorory que la apuró en la recta final.
«Es especial, es mi primera vez, no sabía qué podía ganar en los 400 metros. Creo que es una bendición para ir pasando de los 100 a los 200 y ahora los 400. Me siento a gusto», comentó la protagonista.
Después del éxito, piensa en doblar en la cita del final del verano en Corea del Sur. Lo haría en el 200 y en el 400.
«Tomaré la decisión muy pronto», comentó después del atracón del fin de semana. Su principal preocupación estriba en que no estará tan fresca si a partir de ahora se centra en la preparación del 200, su verdadera distancia, y que además tendrá que ayudar al equipo americano en el relevo corto y largo. Vamos, que podría no salir de la pista.
Allyson, comenzó como velocista pura anotándose un campeonato del mundo juvenil en 100 metros en el año 2001, pero enseguida dio muestras de su versatilidad para dos años después ganar unos Juegos Paramericanos en el doble hectómetro. En Atenas entró en la élite mundial con una plata en los 200 metros que le sirvió además para establecer un récord mundial de categoría júnior. Desde entonces se ha convertido en la gran dominadora de la distancia. Ahora, sin esperarlo, acaba de hacer historia.
Hija de un pastor evangélico itinerante y miembro activo de la misma iglesia, se ha convertido en una de las mayores activistas de la pureza de su deporte en Estados Unidos, hasta el punto de ser una de los 12 atletas que se someten de un modo periodico a controles de orina y de sangre por parte de la Agencia Antidopaje de Estados Unidos. Versátil y limpia, lo mejor para recuperar la imagen de la velocidad americana.
Fuente: lavozdegalicia
