Eugene, EEUU.-La atleta sudafricana Caster Semenya parece finalmente estar disfrutando la vida luego de dos años turbulentos en los que la gloria que logró en el Mundial se vio empañada por las dudas sobre su género.
Mientras se sienta en una sala de reuniones de un hotel en una tarde lluviosa de jueves, la campeona mundial de los 800 metros muestra un lado menos serio de su carácter tras meses de intenso escrutinio y dudas sobre su feminidad.
"Puedo hacer lo que quiera en cualquier deporte, excepto nadar", dijo a Reuters la estudiante de 20 años de la Universidad de Pretoria. "Hace mucho que no nado", añadió.
Una investigación de la Asociación Internacional de Federaciones de Atletismo (IAAF, por si sigla en inglés) la mantuvo apartada de las pistas durante más de 10 meses, pero la sudafricana quedó libre de toda sospecha y pudo competir de nuevo en julio del 2010.
"No lo llamaría una pesadilla porque sobreviví", declaró Semenya sobre su forzado retiro. "Pero ver a otras personas corriendo cuando yo no estaba fue un poco frustrante", agregó.
Semenya aclaró que no la habría destruido el hecho de que le impidieran competir de nuevo, pero sí admitió que habría sido deprimente.
"Correr es todo para mí. Cuando corro, soy feliz", resumió.
A temprana edad, la atleta probó con el fútbol, incluso con el karate y el boxeo, antes de que correr se convirtiera en su pasión.
La joven atleta ha intensificado sus entrenamientos con vistas a la defensa de su título mundial en Daegu, Corea del Sur, en agosto.
Semenya, quien el sábado disputará una carrera de 800 metros en Oregon correspondiente a la Liga Diamante, dijo que su regreso significa que la vida es de nuevo normal.
Sus tiempos deben reducirse significativamente para igualar la marca de 1:55.45 que logró en el Mundial de Berlín hace dos años, aunque la sudafricana tiene confianza.
"Creo que puedo defender mi título, pero depende de la concentración. No puedo decir que esté en forma físicamente, pero mentalmente lo estoy", destacó.
Incluso se dice que podría correr los 1.500 metros en los Juegos Olímpicos de Londres 2012.
En general, la recepción tras su receso fue positiva desde su retorno el año pasado y tras la aprobación de nuevas normas por parte de la IAAF en abril.
"No pienso en otras atletas", aseguró Semenya. "Lo que digan o dejen de decir, una no puede depender de eso", añadió.
Su entrenador, Michael Seme, vio a principios del 2009, cuando comenzó a trabajar con ella, que tenía las cualidades de una campeona.
"Uno puede convertirse en campeón mundial si puede soportar el dolor", remarcó Seme. "Me di cuenta de que (Semenya) no es de las que abandonan. Aunque sea la última de la carrera, cruza la línea de meta", continuó.
La ambición de la sudafricana es continuar compitiendo otros 10 años, o al menos mientras continúe mejorando.
"No puedo decir que sea buena (todavía)", dijo Semenya.
Fuente: el economista