El marchista mexicano Eder Sánchez, principal esperanza de su país en el Mundial de atletismo, buscará el domingo una medalla en la prueba de 20 km, antes de afrontar en el plazo de un año otras dos grandes citas: los Panamericanos y los Juegos Olímpicos.
Tres grandes citas en apenas doce meses que podrían consagrar a Sánchez, bronce en esa distancia en el Mundial de Berlín-2009, como el digno heredero de la historia gloriosa de la marcha mexicana, de la que es actualmente el máximo exponente.
Sánchez ha estado preparándose para este primer asalto mundialista en España, Italia y los Alpes suizos, y fue el primer mexicano junto a Horacio Nava en viajar a Corea, para aclimatarse cuanto antes a la humedad, el calor y las condiciones de la carrera de Daegu.
Mientras desde su Federación apuntan a los Panamericanos, que el país acoge en Guadalajara del 14 al 30 de octubre, como la principal cita del año para los atletas locales, él no ha querido renunciar a nada y ha preparado el Mundial con el máximo esfuerzo para firmar un buen papel.
"Quiero estar entre los mejores", comentó Sánchez antes del viaje a Asia, fiel a su cautela habitual.
Ese mismo objetivo de acabar entre los ocho primeros ya era el mismo con el que acudió a Berlín hace dos años, cuando casi todos ya le situaban como firme aspirante a las medallas.
"Los resultados esperados es tener podio el 20 y 50 kilómetros marcha", dijo a la AFP un portavoz de la Federación Mexicana de Atletismo, pensando en Sánchez como principal opción y destacando a Horacio Nava, también en los 20 km, y a Jesús Neyvar en los 50 kilómetros.
A sus 25 años, el marchista de Tlalnepantla lleva ya varios compitiendo contra los mejores del mundo, a la sombra primero del ecuatoriano Jefferson Pérez, la gran estrella de los últimos años, y ahora de Valery Borchin, vigente campeón olímpico y mundial.
El nombre de Sánchez empezó a hacerse popular en su país cuando en 2004, con 18 años, destacó con un cuarto lugar en los 10.000 metros de un Mundial júnior en Italia, lo que le convertía en una de las esperanzas del país en las pruebas de resistencia.
En 2005, disputó su primer Mundial absoluto, en Helsinki, donde consiguió un meritorio octavo lugar en los 20 kilómetros marcha, la especialidad en la que trabajó desde entonces y donde en 2006 fue subcampeón en los Juegos Centroamericanos y del Caribe de Cartagena de Indias, en Colombia.
El Mundial-2007 de Osaka confirmó su progresión con un cuarto lugar, rozando ya las medallas, pero en los Juegos Olímpicos de Pekín de 2008 sólo pudo acabar decimoquinto, en la que es posiblemente la mayor decepción de su carrera.
En 2009, se recuperó con su bronce en el Mundial de Berlín y el pasado año se proclamó ya campeón en los Centroamericanos y Caribeños de Mayagüez (Puerto Rico).
Este año llega al Mundial de Daegu con la novena mejor marca de la temporada (1:19.36), pero con ganas de seguir avanzando y empezar con una nueva medalla el año que le conducirá, Panamericanos mediante, a Londres-2012, a unos Juegos Olímpicos que siempre han sido su gran objetivo.
fuente: univisión