Aún con los músculos de las piernas y de la mayoría de su cuerpo adoloridos tras su fuerte competencia en la edición 32 del Maratón León, Daniel Vargas se dice satisfecho con el tercer lugar que marcó en la carrera de su ciudad.
Recuperándose en casa, tras la ardua batalla ante los atletas keniatas, el menor de los hermanos Vargas comenta cómo vivió el regreso a los primeros lugares en un maratón de elite y la complicación de enfrentarse a los africanos.
“Fue una gran carrera, hubo un gran nivel este año al igual que en los demás, ya no hay maratón fácil, si uno no se pone la pilas, se queda en el camino”, comenta el leonés, ganador del maratón en 2010.
“Correr ante Hillary Kimaiyo (el ganador) no fue fácil, él venía de ganar el segundo lugar en el Maratón de la Ciudad de México, sabía ante quién me enfrentaba, pero se logró lo que buscábamos, hacer el tiempo que buscábamos, estoy feliz por el resultado”, añade el maratonista.
Eso sí, aclara que meterse al podio no fue sencillo, ya que tuvo una ardua preparación en el Estado de México durante 25 días y ahí sacrificó mucho tiempo con su familia.
Además, en la preparación enfrentó varios contratiempos en cuanto al apoyo económico, problemas que lo motivaron para confirmarse como el mejor de León.
“Me tuve que ir a México a entrenar por mi propia cuenta y con mi dinero, haciendo el sacrificio de dejar a la familia... ya había personas que habían dejado de creer en mí y la verdad ahorita volvió esa credibilidad y yo creo que demostré que hay Daniel para rato”.
Ahora, tiene en mente el calificarse a los Juegos Olímpicos de Londres 2012.
Periodico am
