"No me sentía de todo bien al principio, pero una vez que se lanzó la carrera todo salió bien. En el kilómetro 25, sentí que podría batir el récord del mundo. Esto es lo más bonito de mi carrera deportiva y, si Dios quiere, seré campeón olímpico el año que viene", afirmó el atleta africano.
Makau afirma que tal vez hubiese podido mejorar la marca si hubiese estado acompañado. "Sólo tuve a gente marcándome hasta el kilómetro 32, así que tuve que hacer los otros diez solo. Creo que si alguien hubiese corrido conmigo lo hubiese podido hacer más rápido", manifestó.
El atleta keniata también habló de su estrategia para deshacerse del etíope Haile Gebrselassie. "Es una de mis tácticas. Hice algunos 'zig-zags', para confundirlo. Tenía una gran cantidad de energía y quería cansarlo. Él estaba tratando de mantener el ritmo, y yo quería correr solo, ya sea detrás de él o al lado, así que le hice 'zig-zag' de un lado y me siguió; lo volví a hacer hacia el otro lado y ya no le volví a ver", afirmó.
"Este récord mundial es muy especial para los keniatas, especialmente por superar a los etíopes. Todo el mundo en Kenia estará feliz por mí. Mi entrenador está recibiendo muchísimas llamadas de Kenia, y he escuchado que había mucha gente viéndolo en la televisión en los bares, y descorchando botellas cuando vieron que era récord del mundo", concluyó.
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