Daegu, Corea del Sur.- La rusa Mariya Savinova ganó este domingo el título de 800 metros del Mundial de atletismo de Daegu, con un tiempo de 1:55.87, superando a la anterior campeona, la sudafricana Caster Semenya, que fue plata con 1:56.35, y a la keniana Janeth Busienei, bronce con 1:57.42.
La rusa, que ya poseía la precedente mejor marca del año (1:56.95), siguió toda la carrera a Semenya y con un gran sprint, adelantó a la sudafricana en los últimos y emocionantes metros.
La keniana Janet Jepkosgei Busienei, campeona del mundo en 2007, se hizo con la tercera plaza, delante de la estadounidense Alysia Johnson Montano.
Tras la carrera, Savinova admitió que creía que Semenya era "imbatible" en la final, después de haber visto la gran forma física en la que había llegado a este Mundial en Corea del Sur.
"Sabía que la carrera iba a ser muy dura y muy rápida, pero estoy bastante sorprendida por mi tiempo, por mi fuerza y mi resistencia en los últimos cien metros. Cuando vi la gran forma en la que estaba Caster antes de la carrera, me dije a mí misma que era imbatible para mí", admitió Savinova.
Semenya, de 20 años, había estado en el centro de una gran controversia sobre su género sexual tras su título mundial de hace dos años en Berlín y desde entonces es una de las atletas más seguidas.
La sudafricana, cuya mejor marca personal es de 1:55.45, había sido suspendida once meses tras una investigación de la Federación Internacional de Atletismo (IAAF), antes de ser readmitida.
En esta ocasión, parecía estar en condiciones de revalidar su título, pero finalmente no pudo lograrlo, teniendo que conformarse con una segunda posición con la que dijo estar muy satisfecha.
"Incluso aunque me haya llevado la plata, realmente disfruté con la carrera, más que hace dos años. Gané el oro en Berlín, pero me estoy sintiendo ahora mejor porque realmente no esperaba ganar una medalla", afirmó la corredora.
Semenya dedicó la plata a su país y especialmente a la figura de Nelson Mandela, al que dijo querer ver a su regreso a Sudáfrica, a pesar de la elevada edad (93) del histórico líder 'anti-apartheid'.
