San Luis Potosí, San Luis Potosí.- Germán Silva, tan terrenal como cualquiera. En el atletismo mexicano alcanzó la elit que le permitió llegar a los Juegos Olímpicos, ganar maratones como el de Nueva York, conocer prácticamente todo el mundo y finalmente ha alcanzado esa armonía interna como ser humano que le permite estar en un balance justo.
La cita fue en La Loma, donde se desempeña como entrenador. Sus actividades las inicia desde muy temprano de manera que a eso de las diez de la mañana ya es una buena hora para desayunar.
No hubo mucho preámbulo, entramos directo a la entrevista.
Así que creciste en Veracruz, pero eres de Puebla y finalmente estas en San Luis.
"Bueno, nací en Zacatlán de las Manzanas, Puebla, más o menos está como a dos mil metros de altura sobre el nivel del mar, es un lugar muy padre, ahí nacieron mis padres, vengo de una familia muy grande, nacimos quince hermanos pero vivimos trece".
"Ya te imaginarás la responsabilidad de mi papá para poder sacar adelante trece niños, ahora es más difícil, por eso ya no hay familias tan grandes".
"A mí me enorgullece contar que mi papá era arriero, él llevaba sus mulas desde el Estado de Puebla hasta Veracruz y así fue trabajando desde el comercio y luego en el campo, a él le encantaba sembrar huertas de manzana, después conoció el estado de Veracruz y se enamoró de ese lugar y fue donde puso su propia huerta de naranjas".
"Entonces nos fuimos a vivir al estado de Veracruz, precisamente a la zona donde se dan las naranjas que es entre Poza Rica y Alamo. Mi papá empezó con una huerta como de seis hectáreas y tuvo que empezar desde limpiar el terreno, sembró el naranjal, ahí construyó su casa. Vivíamos como a tres kilómetros de la primer comunidad rural.
"En ese lugar también se sembraba frijol y otras cosas y se iba a venderlo a otros lugares y ahí mismo compraba, fruta, ollas y demás que a su vez las vendía en otros pueblos. Nos inculcó el espíritu de trabajo. A mí me inculcó el servir a las personas, así como el respeto por los mayores y es una cosa que siempre le he agradecido a mi papá".
"Ya casualmente me gustó correr en el estado de Veracruz, aunque no vivía permanentemente en ese lugar porque estábamos yendo y viniendo a Puebla, así como a Guerrero pues algunos de mis hermanos se establecieron el Chilpancingo".
"Tuve una infancia muy bonita, en la naturaleza, en el campo, que fue donde se dieron las bases para convertirme en atleta. Creo que me ayudó el tener que caminar seis kilómetros diarios para ir a la escuela todos los días, eran tres de ida y tres de regreso".
"Desafortunadamente mi papá que se llamó Agapito Silva, falleció en el 95, tuvo cáncer, fue muy difícil, pero a la vez son experiencias de la vida".
"El al principio no estaba de acuerdo con que yo corriera, tuvimos un conflicto pero al final se convirtió en mi fan número uno".
"Cuando estaba conmigo en las competencias era impresionante la vibra que transmitía. Era una motivación impresionante, de hecho nunca perdí una competencia cuando él estaba. El motivo de orgullo más grande que tenía mi papá es que yo representaba a mi comunidad y cuando estaba ante los medios de comunicación como Televisa siempre mandaba saludos al "Centro del Universo, Tecomate, Veracruz".
"Cabe señalar que lo que ahora me enorgullece es que precisamente cuando gané el Maratón de Nueva York en el 95, el Gobernador de Veracruz me preguntó qué quería, entonces le dije que quería que llevaran luz a mi comunidad porque mi papá estaba trabajando muy fuerte también con un grupo de personas pero luego que pasó esto en dos meses la luz había llegado. Ahora los recibos que nos llegan todavía dicen Tecomate de Silva".
"Esto es como un homenaje a mi padre y puedo decir que me da más gusto que el haber ganado un maratón".
-Me decías que en un principio no estaba muy de acuerdo en que fueras atleta.
"Bueno resulta que no había la cultura del atletismo cuando realmente este es un deporte fantástico que puede ser motivo de integración familiar, imagínate que los papás vayan a otra parte que simplemente los distraiga pero que no atiendan a la familia en lugar que se organicen para compartir actividades deportivas".
"En el caso de mi papá, creía que corriendo no tenía futuro, para él la cuestión era de trabajar en el campo, cosechar y vender las naranjas. Cada uno de mis hermanos se fue comprando un camión o una camioneta de manera que se fueron dedicando al transporte y al comercio".
"Entonces cuando me dediqué a una actividad que no era común".
"Pero entonces busqué donde se preparaban los mejores atletas y fue como di con el Comité Olímpico".
"Me pusieron un puesto de naranjas en la ciudad de México, ahí estuve pero realmente nada más estaba un rato en el negocio y me iba a entrenar con mis amigos".
"Entonces cuando se dio cuenta que el negocio de la frutería no era tan bueno me dijo que me regresara al rancho de manera que más tarde ya estaba en Veracruz".
"Pero con el pretexto de ir al Distrito Federal a vender un camión de naranjas. Finalmente me quedé y regresé la mercancía".
"Dejé de ir a la casa por cuatro años, solo estaba en contacto con mi mamá. Quería tener cierto nivel de éxito para regresar a mi casa y demostrarle a mi papá que del deporte que había escogido también se podía vivir".
"Al final lo logré, mi papá se dio cuenta que pude formar mi familia con Miranda, ya no conoció a mis hijos pero me vio correr en los Juegos Olímpicos, ganar el Maratón de Nueva York lo que fue algo que lo llenó de orgullo pues sucedieron muchas cosas como el haber recibido al Gobernador en la casa, estuve con él en la inauguración de la luz".
"Bueno creo que le pagué un poquito de lo mucho que me dio porque estoy agradecido con mis padres, sobre todo por la genética que heredé de ellos, es muy fuerte, creo el que mi padre fue arriero alguna vez, tuve como herencia esa resistencia".
Todas esas situaciones son las que nos dan la fuerza, por ejemplo en Africa, los atletas nacen y crecen sufriendo de manera que corriendo se termina".
¿En qué momento te sentiste ya un atleta de éxito?
"Fue una etapa de mucho sufrimiento para empezar tenía que comer y yo me subsidiaba de lo que ganaba en las carreras que ganaba. A mí me ayudó mucho una persona allá en Poza Rica, el director del periódico La Opinión, quien lamentablemente murió hace dos años".
"Siempre recuerdas a una persona que te ha ayudado y para mí Raúl, fue una persona que no solo me apoyó en lo económico sino en lo moral, me acompañaba a los eventos que tenía. Por mi parte nunca lo defraudé, todos los recursos iban destinados a prepararme".
"Raúl fue quien se dio cuenta que yo tenía talento, entonces me empezó a pagar mis gastos para que pudiera ir a algunas ciudades de Estados Unidos, como a McAllen y Los Angeles, donde hice mi mejor marca y me convertí en el mejor atleta juvenil mexicano y esto me dio el pase para que fuera uno de los mejores del mundo".
"Después dejé de pedirle el apoyo porque ya empecé a ganar carreras pero él fue un hombre clave, mi papá y algunos de mis hermanos me echaron la mano para que pudiera llegar".
¿Tus hermanos son aficionados al atletismo?
"Fíjate que si, por lo menos a dos de mis hermanos les gusta correr, uno de ellos lo ha hecho en maratones pero esto es por diversión".
¿Qué pasa cuando terminas como juvenil?
"Bueno las cosas no se dieron de manera fácil, una vez que terminó mi etapa de juvenil pensé, tengo que vivir de esto y fue ahí cuando Raúl y mis hermanos me ayudaron a salir adelante".
"Recuerdo que una vez fui a una carrera que se llevó a cabo en la ciudad de León, Gto., donde daban premios en efectivo y gané el segundo lugar, se trataba de un premio bueno que me daba la oportunidad de poderme mantener por unos tres meses entonces yo mismo me plantee, voy a entrenar ese tiempo y luego volveré a competir".
"Cuando llegué al Comité Olímpico me decepcioné porque los directivos de la Federación de Atletismo me empezaron a decir que era muy chaparro y me recomendaron regresarme a mi pueblo".
"Entonces pese a que era uno de los mejores mexicanos yo me pagaba los gastos y me dediqué a entrenar".
"En ocasiones competía para sacar un dinero y poder mantenerme y empecé a recibir invitaciones para ir a correr a Estados Unidos y ganaba premios más o menos importantes, sin embargo no me dejé llevar por estos premios, mi mentalidad era ir a Juegos Olímpicos y ganar eventos grandes".
"Fui a Barcelona y logré un sexto lugar olímpico que la verdad es bueno en los diez mil metros, en una prueba que a lo mejor en ese momento estaba muy joven como para tomar parte". Continuara.
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