Nunca en la historia del atletismo había existido un dominio tan aplastante por los kenianos en el maratón



NUNCA en la historia del atletismo había existido un dominio tan aplastante como el conquistado por los kenianos en el maratón. Algo inusitado, un acontecimiento digno del análisis.

De acuerdo a la clasificación del 2011, 21 corredores están en la cima de la prueba de largo aliento, sólo interrumpida por el brasileño Marilson dos Santos, en el puesto 22, y ahí prosigue la lista combinada con los representantes de Etiopía. Sólo cinco mexicanos figuran en la lista a una distancia?años luz de los niveles competitivos impuestos por los africanos.

Sólo están clasificados en lo más bajo de la tabla: Carlos Cordero, Juan Luis Barrios, Román Arroyo, Tomás Luna y Juan Gualberto Vargas, con tiempos de 2:13 a 2:19 horas, una vergüenza de la otrora potencia mundial reconocida públicamente por "El Capo" Primo Nebiolo.

 Han pasado los días de gloria del maratón mexicano, han tocado fondo y ninguna opción cercana para salir del? tobogán iniciado en el año 2000, con los retiros de Dionicio Cerón, Germán Silva, Benjamín Paredes, Andrés Espinosa, entre otros corredores que pusieron no sólo el nombre de México en alto, sino que obtuvieron recursos suficientes para llevar una vida desahogada.

 ¿Hay culpables de la situación imperante, no obstante que las carreras organizadas a lo largo y ancho del país cubren los 365 días del año y son la principal fuente de ingresos de la Federación, con los porcentajes de los organizadores y de los ganadores de las carreras avaladas por este organismo? ¿Esos recursos dónde? y cómo son aplicados para impulsar el desarrollo de prospectos del fondo que podrían surgir de esas mismas carreras, en su mayoría ganadas por kenianos representados por ex maratonistas?

La crisis de la Federación Mexicana de Atletismo, los adeudos que la hicieron cambiar de razón social, los presidentes que dejaron morir a la gallina de los huevos de oro y el cansancio natural de entrenadores exitosos, como lo fueron Rodolfo Gómez y su disuelto equipo de trabajo o del polaco Tadeusz Kempka, han dado como resultado un abismo sin fondo.

 Existen promotores, organizadores, dirigentes y? trotadores, pero ¿Dónde quedaron los maratonistas de alto nivel que pudieran disputar las grandes carreras en Nueva York, Boston, Londres o Berlín? En septiembre del año pasado, se estableció una nueva marca mundial impuesta por el keniano Patrick Makau Musyoki, con un tiempo de dos horas, tres minutos y 38 segundos, y Wilson Kipsang Kiprotich se quedó a cuatro segundos del tiempo establecido por su compatriota.

 Carlos Cordero, con 2:13'13'', se ubicó en el lugar 12 del maratón de Londres, selectivo para México para? los pasados Juegos Panamericanos de Guadalajara. Esos 10 minutos de rezago representarían?tres kilómetros de distancia. ¿A 206 días de la cita olímpica valdrá la pena ser comparsa en la salida del maratón? ¿Qué pueden decir sus actores principales? Durante los Juegos Olímpicos de Atlanta 1996, le pregunté a Cerón qué había ocurrido en la competencia, derrumbado en los pasillos del estadio olímpico.

Él me respondió que yo conocía las razones del fracaso mexicano. Ayer, como ahora, no sabría responder, pero intuyo que nadie hizo nada por frenar lo inminente, lo inevitable.

esto

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1 Comentarios

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  1. Completamente de acuerdo en cada uno de los puntos que señala. tenemos una federación visceral, donde todo prevalece menos mìnimanente el sentido común. No reconocer las marcas que logran los atletas y tratar de hacerlos correr en competencias mal organizadas, llamadas campeonatos nacionales, es un claro ejemplo de ello. Ojalà el 2012 sea la oportunidad de enderezar el rumbo oscuro por el que atraviesa el medio y fondo mexicano.

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