EFE
ESTAMBUL -- El chino Liu Xiang, la rusa Yelena Isinbayeva y la etíope Meseret Defar, tres atletas que han sido campeones olímpicos y mundiales y han batido récords del mundo, prestarán su carisma a los Mundiales en pista cubierta, el único torneo atlético universal antes de los Juegos Olímpicos de Londres.
De viernes a domingo, el Atakoy Arena de Estambul, una de las piezas de su proyecto olímpico para 2020, congregará a 686 atletas de 172 países (cifra récord, superando los 147 de Valencia 2008).
La figura de Isinbayeva, icono del atletismo femenino mundial, emitirá un fulgor especial sólo dos semanas después de haber reanudado en Estocolmo, con un salto de 5,01 metros, su colección de récords mundiales de pértiga que permaneció durante dos años atascada en 27.
La atleta de Volgogrado ha coronado con éxito una travesía del desierto durante la cual abandonó al técnico Vitaly Petrov para volver con su entrenador de toda la vida, Evgeny Trofimov, y dejó escapar dos títulos mundiales al aire libre (Berlín 2009 y Daegu 2011) y uno en pista cubierta, el de Doha 2010.
Liu Xiang, que lo fue todo en las vallas altas -campeón olímpico y mundial de 110, así como plusmarquista Beijing, se enfrenta al reto de mantener la motivación pese a que su eterno rival, el cubano Dayron Robles, se ha borrado de la lista.
El 18 de febrero pasado, en Birmingham (Reino Unido), Dayron Robles sufrió una severa derrota frente a Xiang, con quien no había vuelto a enfrentarse desde la final de los Mundiales de Daegu, en la que fue descalificado, después de haber vencido, por desequilibrarlo de un manotazo en plena carrera.
Aquella derrota, unida a una leve lesión, ha debido de pesar en la renuncia de Robles, que ha preferido concentrarse en la defensa de su título olímpico antes que volver a chocar con Liu Xiang, cuyo apetito de victorias, tras recuperarse de su grave lesión en el tendón de aquiles, no conoce límites.
Xiang comparece sólo con la segunda mejor marca mundial del año, los 7.41 de Birmingham, pero faltará el más rápido, Dexter Faulk (7.40), que no se ganó el puesto en el equipo estadounidense. El chino, uno de los atletas más competitivos de la historia, buscará un título que consolide su renacimiento en el plano psicológico.
La etíope Defar, gran favorita en 3.000 metros, es la única de todos los participantes que aspira a obtener un quinto título consecutivo. Si lo consigue, será la primera mujer que lo hace en la historia de los Mundiales bajo techo.
Defar lo tiene todo a su favor: es la actual campeona, la vigente plusmarquista mundial y la número uno del ránking del año con la marca de 8:31.56 que acreditó en Birmingham. Su compañera de equipo Gelete Burka, campeona mundial de 1.500 en Valencia 2008, y la keniana Hellen Obiri, segunda en la lista del año con 8:35.35, serán sus principales adversarias.
Los grandes pesos han preferido guardar fuerzas para la cita olímpica. El jamaicano Asafa Powell, que había vuelto a la pista cubierta después de ocho años, logró en Birmingham un registro -estimable para su envergadura- de 6.50 en 60 lisos que, sin embargo, ni siquiera le garantizaría una medalla en Estambul.
Los 60 metros prometen, en cualquier caso, un nuevo episodio de la rivalidad entre Estados Unidos y Jamaica, cuyos dúos se reparten las cuatro primeras plazas del ránking. El estadounidense Trell Kimmons, que en Doha 2010 se quedó a las puertas del podio, es el más rápido del año con los 6.45 que el 26 de febrero le dieron el título nacional en la altitud de Alburquerque.
Dos centésimas por detrás están su compatriota Justin Gatlin, todo un campeón olímpico de Atenas 2004 que regresa a la elite después de saldar cuentas con la Agencia Estadounidense Antidopaje, y el jamaicano Lerone Clarke.
Nesta Carter, el otro paisano de Usain Bolt presente en Estambul, ha corrido en 6.49 y, como Clarke, aspira a convertirse en el primer jamaicano que conquista el título mundial del esprint corto.
La final masculina de 3.000 metros será otro de los platos fuertes del torneo. El británico de origen somalí Mo Farah, empeñado en desafiar la supremacía de Kenia y Etiopía en el fondo, disputará el título a los dos primeros del ránking del año, los kenianos Augustine Choge y Edwin Soi, que llegaron, por este orden, separados por milésimas en Karlsruhe (Alemania) con un tiempo de 7:29.94.
Farah, campeón mundial de 5.000 y subcampeón de 10.000, tendrá que vérselas también con un veterano irreductible al desaliento, el estadounidense Bernard Lagat, que a sus 37 años aún conserva un final explosivo, letal en carreras tácticas.
Los Mundiales en pista cubierta son la única competición atlética de rango universal antes de los Juegos de Londres, ya que a partir de este año los campeonatos del mundo de cross se disputan cada dos, alternando con el Mundial de medio maratón.
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