En el problema de las tendinitis de rodilla, una de las principales causas es el llamado "síndrome de mala alineación" de las estructuras articulares que se produce cuando hay exceso de fuerzas laterales cuyos vectores llevan a semiluxación de la rótula y el consecuente desgaste precoz del cartílago.
La rótula, el hueso central de la rodilla, trabaja bien cuando se posiciona correctamente centrada, circulando entre fémur y tibia en el desarrollo de la zancada. Si no está bien alineada, se desvía a un lado u otro causando irritación articular que puede, incluso, desgastar el cartílago llevando a la condropatía rotuliana.
El principal síntoma es el dolor anterior de la rodilla, que es una de las quejas más frecuentes de los atletas que practican deportes de resistencia.
El mal alineamiento puede estar causado por:
Zapatillas gastadas.
Terreno inclinado.
Pronación anormalmente aumentada.
Desvíos o acortamientos estructurales en extremidades inferiores.
Igualmente los bloqueos pélvicos y el "síndrome de isquiotibiales cortos" pueden dar lugar a una mala mecánica de carrera con desalineación de la rodilla
Rótula y espina tibial anterior
La condropatía paso a paso
Si el tobillo permanece pronado durante la fase de media postura del movimiento de andar o correr, la pronación excesiva impide a la tibia (pierna) que desarrolle su normal rotación. Ello repercute sobre la rodilla y el fémur (muslo), pues este último gira internamente sobre la tibia para proporcionar la adecuada rotación necesaria para la extensión en la zancada.
Puesto que el pie está fijo sobre el suelo durante la fase de media postura, obtenemos una acomodación de la articulación de la rodilla en la que resulta "comprimida". En el problema de las tendinitis de rodilla, así como de otras dolencias importantes de rodilla, una de las principales causas es el llamado "síndrome de mala alineación" de las estructuras articulares que se produce cuando hay exceso de fuerzas laterales cuyos vectores llevan a semiluxación de la rótula y el consecuente desgaste precoz de su barniz de roce, el cartílago.
La rodilla del corredor en su borde lateral, durante escasos segundos. Unos pocos grados de pronación extra que causen esta pequeña compensación en la rodilla no van a originar síntomas, pues la compresión patelofemoral (de rótula sobre fémur) es pequeña.
Pero las desviaciones estructurales grandes acabarán dando irritación del cartílago y ligamentos, y finalmente dolor anterior de la rodilla. El clásico tratamiento de reposo y antiinflamatorios resulta insuficiente para erradicar este dolor anterior de rodilla pues, como hemos visto.
La solución pasa por modificar esa "desalineación". Aunque, en un principio, pueden ser útiles las rodilleras de rótula libre (el hueco central sirve para evitar la compresión y aumento del roce rotuliano), si las utilizamos en exceso, la disminución del tono muscular cuadricipital no tardará en aparecer.
El dolor rotuliano
Situación frecuente y controvertida, por tanto, es la denominada rodilla del corredor o síndrome rotuliano, caracterizada por dolor delantero, o al menos localizado en la rótula, pues a veces se encuentra en la cara posterior de ésta.
También se acompaña de inestabilidad y falsos bloqueos. Se observa en el corredor joven sin diferencia de sexo, y es claramente característica del corredor de fondo y de los marchadores.
Las circunstancias de aparición del dolor y sus características son similares a las hasta ahora descritas, presentando además una serie de signos específicos como son: dolor a la palpación de la carilla rotuliana y alerón rotuliano externo tenso y doloroso, probablemente debido a hiperpresión de la rótula.
Hay autores que afirman que el dolor se da más en la rodilla izquierda en los diestros y la contraria en los zurdos. De lo mucho que se ha escrito respecto al origen de este dolor he de destacar dos teorías; una más antigua que indica se trata de una condromalacia rotuliana (una alteración cartilaginosa), se ha venido manteniendo como explicación, pero se ha convertido en un verdadero «cajón de sastre» donde se ha mezclado de manera poco clara a muy diversos dolores de rodilla.
Parece que se debería a problemas de artrosis por precoz desgaste. Otros autores piensan que no hay distinción neta entre la afectación del cartílago rotuliano y la artrosis, y que más bien son consecutivas, pues si no se corrige a tiempo el defecto, sobre todo biomecánico, es segura la evolución hacia artrosis.
Típico paciente
Nuestro paciente suele tener una edad que oscila entre 35 y 50 años, corredor de maratón o ciclista de nivel medio o medio-alto, que llega a nuestra consulta por un dolor mecánico pero que aparece "en frío". Suele iniciarse en el borde rotuliano externo, y a veces con afectación de la zona posterior de la rodilla.
Este cuadro se acentúa al aumentar el tiempo de entrenamiento o la rapidez de las series o las cuestas. El dolor se agudiza en cuclillas, al bajar escaleras y al levantarse de la posición de sentado. Puede mostrar, también, rigidez y crepitación dolorosa o no.
En la exploración destaca una marcada hipotensión del vasto medial, con discreto derrame, signo del cepillo o compresión rotuliana positiva, signo de aprensión positivo a 30 grados y signo de ascensión contrariada de rótula muy positivo.
La recuperación
El tratamiento inicial de elección debe ser el no quirúrgico. Por tanto, comenzará siempre por reposo parcial o descanso activo, cambiando durante un tiempo a otros deportes (bicicleta con fáciles desarrollos, natación aunque nunca estilo braza, pesas en ángulos fáciles y de poco peso u otros aparatos de fitness como las "elípticas".
Si decidimos seguir corriendo, optaremos por hacerlo menos días y con menos intensidad vigilando el estilo y el terreno. Nada de superficies duras, ni subidas bruscas o bajadas. Se debe calentar bien y estirar de forma especial el cuadriceps, el tríceps sural (pierna posterior) e isquiotibiales (muslo posterior), antes y después de empezar el entrenamiento.
La rehabilitación propiamente dicha debe abarcar todos estos músculos, así como los de la cadera. Es interesante la electroestimulación selectiva del vasto interno del cuadriceps (sus fibras oblicuas, sobre todo) seguidas de contracciones isométricas del cuadriceps en extensión (más efectivas si se hacen al paso de la corriente y con la sabia instrucción de un terapeuta bien preparado).
Los protectores del cartílago tienen la ventaja de poder ser tomados durante varios meses sin efectos secundarios. Desde que en 2001 Jean Yves Reginster y otros colaboradores de la Universidad de Gante publicaran en la prestigiosa revista médica "Lancet" lo efectivo que es el tratamiento de estos cuadros con sulfato de glucosamina, no paran de aparecer estudios que lo reafirman.
El frecuente uso de rodilleras (deberán ser de rótula libre, es decir abiertas) puede conducir a debilidad muscular y a «dependencia » si se ponen a todas horas y para todas las actividades. De ahí que se aconseje mejor la cintilla rotuliana, pues no disminuye la fuerza del cuadriceps. Se debe poner en la parte superior de la rótula cuando notemos molestias en el tendón bajo (tendinitis rotuliana) y en la inferior cuando notemos molestias en el alto (tendinitis cuadricipital).
Pero, en cualquier caso se debe optar por la elección de un tenis adecuado a cada persona.
Cintilla rotuliana supra-patelar y sub-patelar.
La rótula, el hueso central de la rodilla, trabaja bien cuando se posiciona correctamente centrada, circulando entre fémur y tibia en el desarrollo de la zancada. Si no está bien alineada, se desvía a un lado u otro causando irritación articular que puede, incluso, desgastar el cartílago llevando a la condropatía rotuliana.
El principal síntoma es el dolor anterior de la rodilla, que es una de las quejas más frecuentes de los atletas que practican deportes de resistencia.
El mal alineamiento puede estar causado por:
Zapatillas gastadas.
Terreno inclinado.
Pronación anormalmente aumentada.
Desvíos o acortamientos estructurales en extremidades inferiores.
Igualmente los bloqueos pélvicos y el "síndrome de isquiotibiales cortos" pueden dar lugar a una mala mecánica de carrera con desalineación de la rodilla
Rótula y espina tibial anterior
La condropatía paso a paso
Si el tobillo permanece pronado durante la fase de media postura del movimiento de andar o correr, la pronación excesiva impide a la tibia (pierna) que desarrolle su normal rotación. Ello repercute sobre la rodilla y el fémur (muslo), pues este último gira internamente sobre la tibia para proporcionar la adecuada rotación necesaria para la extensión en la zancada.
Puesto que el pie está fijo sobre el suelo durante la fase de media postura, obtenemos una acomodación de la articulación de la rodilla en la que resulta "comprimida". En el problema de las tendinitis de rodilla, así como de otras dolencias importantes de rodilla, una de las principales causas es el llamado "síndrome de mala alineación" de las estructuras articulares que se produce cuando hay exceso de fuerzas laterales cuyos vectores llevan a semiluxación de la rótula y el consecuente desgaste precoz de su barniz de roce, el cartílago.
La rodilla del corredor en su borde lateral, durante escasos segundos. Unos pocos grados de pronación extra que causen esta pequeña compensación en la rodilla no van a originar síntomas, pues la compresión patelofemoral (de rótula sobre fémur) es pequeña.
Pero las desviaciones estructurales grandes acabarán dando irritación del cartílago y ligamentos, y finalmente dolor anterior de la rodilla. El clásico tratamiento de reposo y antiinflamatorios resulta insuficiente para erradicar este dolor anterior de rodilla pues, como hemos visto.
La solución pasa por modificar esa "desalineación". Aunque, en un principio, pueden ser útiles las rodilleras de rótula libre (el hueco central sirve para evitar la compresión y aumento del roce rotuliano), si las utilizamos en exceso, la disminución del tono muscular cuadricipital no tardará en aparecer.
El dolor rotuliano
Situación frecuente y controvertida, por tanto, es la denominada rodilla del corredor o síndrome rotuliano, caracterizada por dolor delantero, o al menos localizado en la rótula, pues a veces se encuentra en la cara posterior de ésta.
También se acompaña de inestabilidad y falsos bloqueos. Se observa en el corredor joven sin diferencia de sexo, y es claramente característica del corredor de fondo y de los marchadores.
Las circunstancias de aparición del dolor y sus características son similares a las hasta ahora descritas, presentando además una serie de signos específicos como son: dolor a la palpación de la carilla rotuliana y alerón rotuliano externo tenso y doloroso, probablemente debido a hiperpresión de la rótula.
Hay autores que afirman que el dolor se da más en la rodilla izquierda en los diestros y la contraria en los zurdos. De lo mucho que se ha escrito respecto al origen de este dolor he de destacar dos teorías; una más antigua que indica se trata de una condromalacia rotuliana (una alteración cartilaginosa), se ha venido manteniendo como explicación, pero se ha convertido en un verdadero «cajón de sastre» donde se ha mezclado de manera poco clara a muy diversos dolores de rodilla.
Parece que se debería a problemas de artrosis por precoz desgaste. Otros autores piensan que no hay distinción neta entre la afectación del cartílago rotuliano y la artrosis, y que más bien son consecutivas, pues si no se corrige a tiempo el defecto, sobre todo biomecánico, es segura la evolución hacia artrosis.
Típico paciente
Nuestro paciente suele tener una edad que oscila entre 35 y 50 años, corredor de maratón o ciclista de nivel medio o medio-alto, que llega a nuestra consulta por un dolor mecánico pero que aparece "en frío". Suele iniciarse en el borde rotuliano externo, y a veces con afectación de la zona posterior de la rodilla.
Este cuadro se acentúa al aumentar el tiempo de entrenamiento o la rapidez de las series o las cuestas. El dolor se agudiza en cuclillas, al bajar escaleras y al levantarse de la posición de sentado. Puede mostrar, también, rigidez y crepitación dolorosa o no.
En la exploración destaca una marcada hipotensión del vasto medial, con discreto derrame, signo del cepillo o compresión rotuliana positiva, signo de aprensión positivo a 30 grados y signo de ascensión contrariada de rótula muy positivo.
La recuperación
El tratamiento inicial de elección debe ser el no quirúrgico. Por tanto, comenzará siempre por reposo parcial o descanso activo, cambiando durante un tiempo a otros deportes (bicicleta con fáciles desarrollos, natación aunque nunca estilo braza, pesas en ángulos fáciles y de poco peso u otros aparatos de fitness como las "elípticas".
Si decidimos seguir corriendo, optaremos por hacerlo menos días y con menos intensidad vigilando el estilo y el terreno. Nada de superficies duras, ni subidas bruscas o bajadas. Se debe calentar bien y estirar de forma especial el cuadriceps, el tríceps sural (pierna posterior) e isquiotibiales (muslo posterior), antes y después de empezar el entrenamiento.
La rehabilitación propiamente dicha debe abarcar todos estos músculos, así como los de la cadera. Es interesante la electroestimulación selectiva del vasto interno del cuadriceps (sus fibras oblicuas, sobre todo) seguidas de contracciones isométricas del cuadriceps en extensión (más efectivas si se hacen al paso de la corriente y con la sabia instrucción de un terapeuta bien preparado).
Los protectores del cartílago tienen la ventaja de poder ser tomados durante varios meses sin efectos secundarios. Desde que en 2001 Jean Yves Reginster y otros colaboradores de la Universidad de Gante publicaran en la prestigiosa revista médica "Lancet" lo efectivo que es el tratamiento de estos cuadros con sulfato de glucosamina, no paran de aparecer estudios que lo reafirman.
El frecuente uso de rodilleras (deberán ser de rótula libre, es decir abiertas) puede conducir a debilidad muscular y a «dependencia » si se ponen a todas horas y para todas las actividades. De ahí que se aconseje mejor la cintilla rotuliana, pues no disminuye la fuerza del cuadriceps. Se debe poner en la parte superior de la rótula cuando notemos molestias en el tendón bajo (tendinitis rotuliana) y en la inferior cuando notemos molestias en el alto (tendinitis cuadricipital).
Pero, en cualquier caso se debe optar por la elección de un tenis adecuado a cada persona.
Cintilla rotuliana supra-patelar y sub-patelar.