Puebla, Pue. 11 Jun. (Notimex).- De aquel grupo de cubanos, reunidos en las gradas del estadio de la BUAP, con motivo de la Olimpiada Nacional Puebla 2012, resalta la esbelta figura de la ex velocista cubana Lilián Allen, aquella que hizo soñar a México con una final en los 100 metros planos en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004 y que ahora es una observadora de nuevos talentos para el deporte mexicano.
Mientras las promesas del atletismo mexicano inundan la pista del inmueble poblano, Allen comparte el tiempo con su pequeña hija de cuatro años de edad, quien no deja de aplaudir y observa a su madre impulsar a los atletas veracruzanos. "Vamos, vamos, vamos, cierra con todo", estalla la ex gacela isleña, quien ahora es jefa de oficina metodológica deportiva en el Instituto Veracruzano del Deporte.
"Gracias a Dios ahí seguimos, esto no se acaba, me siento bien y con muchas ganas en mi cargo, apoyando a las nuevas promesas", menciona. Sin embargo, agrega que aún se debe trabajar al cien por ciento para pulir a los jóvenes, porque de la noche a la mañana no se puede formar a un atleta con capacidad de debutar, en las contiendas de la esfera mundial. "Hay mucho trabajo por hacer, no sólo en lo deportivo, sino en lo mental y sicológico.
Uno como entrenador tiene que hacer todos esos papeles para que salgan atletas con buenos resultados, se puede porque México es una potencia en el atletismo", expresa. Allen se naturalizó mexicana en 1998 (Hace 14 años) y ese cambio generó discordia entre México y Cuba, porque se había dado una salida masiva de competidores isleños del que la prensa internacional llamó "fuga de músculos", en vísperas de los Juegos Olímpicos de Sydney 2000, ya que varios atletas de talla mundial habían decidido salirse del país.
Competidores como la saltadora Niurka Montalvo, monarca mundial en Sevilla 99 e Iván Pérez, especialista en polo acuático, apostaron por España, la propia Allen y su compatriota Luis Martínez (ciclismo), voltearon por México. "Me he sentido bien en todo este tiempo en México. En Veracruz siempre me han apoyado, he aprendido muchas cosas y trato de compartir esas experiencias con los niños, me siento reconfortada cuando esos consejos los reflejan en la pista", abunda. Suelta una carcajada cuando se le cuestiona de cómo fue su primera vez en México, de aquel 1994, cuando vino a un campamento gracias a un convenio deportivo entre México y Cuba.
"Ya no me acuerdo muy bien, eso ya tiene mucho tiempo, pero lo que no puedo olvidar es el trato de la gente y el apoyo que he tenido desde que decidí naturalizarme", comenta. Lilian Allen, quien entre 1991 y 1995, consiguió dos medallas de oro para isla en los Juegos Panamericanos, manifiesta que ese respaldo en México siempre lo ha tenido desde atletas mexicanos como el ex también velocista sonorense Alejandro Cárdenas, bronce en Sevilla 99, quien ahora es funcionario en la CONADE.
"Tanto él como su esposa –la saltadora Romary Rifka- los quiero como si fueran mis hermanos, me han apoyado mucho y los quiero mucho, tengo el doscientos por ciento de apoyo de ellos", asienta. Pero a pesar de la distancia y ya con raíces en el puerto jarocho, la originaria del municipio holguinero de Cueto, aún siente nostalgia por su patria, "creo que sí, porque lo traes en la sangre y aunque estés en algún lugar, nunca se sale".
Allen, con 42 años de edad, dice que la comunidad cubana radicada en México tiene un arraigo fuerte en el deporte nacional, pero desafortunadamente aún se debe trabajar más para sacar a talentos con un evento como la Olimpiada Nacional, que es una copia de los Juegos Escolares en Cuba. La ex atleta, que impuso record mexicano en los 100 metros en 1999 con 11.09 segundos, gusta de todo tipo de comida mexicana, sobre todo la birria, los tacos de carnitas y hasta del mole poblano, "la verdad soy muy tragona y me gusta casi toda la comida de este país".
Respecto al panorama del deporte de América, en vísperas de los Juegos Olímpicos de Londres 2012, la ex cinco veces mundialista asegura que es de expectativa porque hay muchas figuras en la zona, "estoy a la espera de ver los resultados, pero no sólo de naciones como Brasil o Cuba, sino también por México, que espero le vaya bien".
Lamenta que tras el retiro de una de las máximas figuras del atletismo mexicano como lo fue la sonorense Ana Gabriela Guevara, monarca mundial en París 2003 y plata en Atenas 2004, haya un hueco difícil de llenar, pero para eso la gente que está al frente del deporte debe trabajar. "Es triste porque no tenemos nada, tengo confianza que pronto tendremos a alguien que represente a México en velocidad", expone la ex atleta, quien apoya que México y Cuba refuercen los lazos de cooperación en esta materia.
Y mientras el grupo de cubanos sigue en su tertulia en las gradas del estadio de la BUAP, la aún fina figura de Lilián Allen sobresale como antaño, cuando sus largas zancadas buscaban el podio mundial.
(Notimex)
Mientras las promesas del atletismo mexicano inundan la pista del inmueble poblano, Allen comparte el tiempo con su pequeña hija de cuatro años de edad, quien no deja de aplaudir y observa a su madre impulsar a los atletas veracruzanos. "Vamos, vamos, vamos, cierra con todo", estalla la ex gacela isleña, quien ahora es jefa de oficina metodológica deportiva en el Instituto Veracruzano del Deporte.
"Gracias a Dios ahí seguimos, esto no se acaba, me siento bien y con muchas ganas en mi cargo, apoyando a las nuevas promesas", menciona. Sin embargo, agrega que aún se debe trabajar al cien por ciento para pulir a los jóvenes, porque de la noche a la mañana no se puede formar a un atleta con capacidad de debutar, en las contiendas de la esfera mundial. "Hay mucho trabajo por hacer, no sólo en lo deportivo, sino en lo mental y sicológico.
Uno como entrenador tiene que hacer todos esos papeles para que salgan atletas con buenos resultados, se puede porque México es una potencia en el atletismo", expresa. Allen se naturalizó mexicana en 1998 (Hace 14 años) y ese cambio generó discordia entre México y Cuba, porque se había dado una salida masiva de competidores isleños del que la prensa internacional llamó "fuga de músculos", en vísperas de los Juegos Olímpicos de Sydney 2000, ya que varios atletas de talla mundial habían decidido salirse del país.
Competidores como la saltadora Niurka Montalvo, monarca mundial en Sevilla 99 e Iván Pérez, especialista en polo acuático, apostaron por España, la propia Allen y su compatriota Luis Martínez (ciclismo), voltearon por México. "Me he sentido bien en todo este tiempo en México. En Veracruz siempre me han apoyado, he aprendido muchas cosas y trato de compartir esas experiencias con los niños, me siento reconfortada cuando esos consejos los reflejan en la pista", abunda. Suelta una carcajada cuando se le cuestiona de cómo fue su primera vez en México, de aquel 1994, cuando vino a un campamento gracias a un convenio deportivo entre México y Cuba.
"Ya no me acuerdo muy bien, eso ya tiene mucho tiempo, pero lo que no puedo olvidar es el trato de la gente y el apoyo que he tenido desde que decidí naturalizarme", comenta. Lilian Allen, quien entre 1991 y 1995, consiguió dos medallas de oro para isla en los Juegos Panamericanos, manifiesta que ese respaldo en México siempre lo ha tenido desde atletas mexicanos como el ex también velocista sonorense Alejandro Cárdenas, bronce en Sevilla 99, quien ahora es funcionario en la CONADE.
"Tanto él como su esposa –la saltadora Romary Rifka- los quiero como si fueran mis hermanos, me han apoyado mucho y los quiero mucho, tengo el doscientos por ciento de apoyo de ellos", asienta. Pero a pesar de la distancia y ya con raíces en el puerto jarocho, la originaria del municipio holguinero de Cueto, aún siente nostalgia por su patria, "creo que sí, porque lo traes en la sangre y aunque estés en algún lugar, nunca se sale".
Allen, con 42 años de edad, dice que la comunidad cubana radicada en México tiene un arraigo fuerte en el deporte nacional, pero desafortunadamente aún se debe trabajar más para sacar a talentos con un evento como la Olimpiada Nacional, que es una copia de los Juegos Escolares en Cuba. La ex atleta, que impuso record mexicano en los 100 metros en 1999 con 11.09 segundos, gusta de todo tipo de comida mexicana, sobre todo la birria, los tacos de carnitas y hasta del mole poblano, "la verdad soy muy tragona y me gusta casi toda la comida de este país".
Respecto al panorama del deporte de América, en vísperas de los Juegos Olímpicos de Londres 2012, la ex cinco veces mundialista asegura que es de expectativa porque hay muchas figuras en la zona, "estoy a la espera de ver los resultados, pero no sólo de naciones como Brasil o Cuba, sino también por México, que espero le vaya bien".
Lamenta que tras el retiro de una de las máximas figuras del atletismo mexicano como lo fue la sonorense Ana Gabriela Guevara, monarca mundial en París 2003 y plata en Atenas 2004, haya un hueco difícil de llenar, pero para eso la gente que está al frente del deporte debe trabajar. "Es triste porque no tenemos nada, tengo confianza que pronto tendremos a alguien que represente a México en velocidad", expone la ex atleta, quien apoya que México y Cuba refuercen los lazos de cooperación en esta materia.
Y mientras el grupo de cubanos sigue en su tertulia en las gradas del estadio de la BUAP, la aún fina figura de Lilián Allen sobresale como antaño, cuando sus largas zancadas buscaban el podio mundial.
(Notimex)
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