"Si hubiera medalla de oro, habría anunciado ahora mismo el fin de mi carrera. Y es que no hay ninguna atleta que haya sido tres veces campeona olímpica", dijo.
Isinbayeva, campeona olímpica en Atenas y Pekín, desveló que sufrió una rotura muscular de 3,5 centímetros antes de los Juegos que le impidieron prepararse a conciencia.
"No pude prepararme al 150 por ciento y saltar de manera estable. Por eso comencé con una altura tan baja (4,55 metros). No quería forzarme psicológicamente como en Berlín (4,70). Sabiendo que puedo saltar con los ojos cerrados 5,55 o 5,65", dijo.
La zarina de la pértiga, que mejoró su rendimiento desde que regresara la pasada temporada a Rusia con su antiguo entrenador Yevgueni Trofímov tras un paréntesis de 5 años en Mónaco, achacó al viento y al frío sus saltos nulos sobre 4,70 y 4,80.
"A los 4,70 había un viento muy fuerte. Pero mi entrenador me dijo que el viento soplaba de espalda y que debía saltar. Yo no estaba del todo preparada, pero salté y fallé. Fue mi oportunidad para la medalla de oro, pero no lo aproveché, así que no pudo ser", explicó.
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