La delegación de atletismo de Gran Bretaña se convirtió en la principal protagonista de la noche de ayer en el estadio olímpico de Stratford en la segunda jornada de competición del deporte rey en los Juegos Olímpicos.
Así, en una de las pruebas por excelencia de la cita olímpica, los 10.000 metros, Mo Farah se convirtió en el primer atleta europeo desde Alberto Cova en Los Ángeles'84 en conseguir la victoria en dicha distancia.
La del fondista británico de origen somalí fue la tercera y última medalla de oro de la delegación de Gran Bretaña en la noche de ayer, que se inició con el triunfo de Jessica Ennis en el heptatlón y continuó con el saltador Greg Rutherford en longitud.
El triunfo de Mo Farah, que tratará de igualar el doblete de Kenenisa Bekele -5.000 y 10.000- en los Juegos de Pekín, supuso la culminación del cambio de dinastía en el fondo.
El corredor de 29 años se puso en cabeza de la prueba en los últimos 400 metros y, gracias a un cambio de ritmo brutal, dejó atrás a los hermanos Bekele y al estadounidense Galen Rupp para conseguir la victoria. Kenenisa fue superado por su hermano Tariku, cinco años más joven y solo pudo ser cuarto.
En el salto de longitud, Greg Rutherford dio la sorpresa en una final muy abierta y, en plena fiesta en el abarrotado estadio Olímpico londinense, le dio a Gran Bretaña su primer oro en esta prueba desde Tokio'64.
Rutherford accedió a la final con una marca de 8,08 metros y tuvo un inicio de la lucha por las medallas desalentador, con tan solo 6,28, pero al segundo intento se puso en cabeza con 8,21 y en el cuarto añadió diez centímetros a su marca (8,31).
Nadie pudo alcanzar dicho registro, el más bajo para ganar un oro desde los 8,24 del estadounidense Randy Williams en Múnich'72, y se coronó en medio de un ambiente increíble de la afición, que acababa de celebrar también el título en heptatlón de Jessica Ennis.
Así, en una de las pruebas por excelencia de la cita olímpica, los 10.000 metros, Mo Farah se convirtió en el primer atleta europeo desde Alberto Cova en Los Ángeles'84 en conseguir la victoria en dicha distancia.
La del fondista británico de origen somalí fue la tercera y última medalla de oro de la delegación de Gran Bretaña en la noche de ayer, que se inició con el triunfo de Jessica Ennis en el heptatlón y continuó con el saltador Greg Rutherford en longitud.
El triunfo de Mo Farah, que tratará de igualar el doblete de Kenenisa Bekele -5.000 y 10.000- en los Juegos de Pekín, supuso la culminación del cambio de dinastía en el fondo.
El corredor de 29 años se puso en cabeza de la prueba en los últimos 400 metros y, gracias a un cambio de ritmo brutal, dejó atrás a los hermanos Bekele y al estadounidense Galen Rupp para conseguir la victoria. Kenenisa fue superado por su hermano Tariku, cinco años más joven y solo pudo ser cuarto.
En el salto de longitud, Greg Rutherford dio la sorpresa en una final muy abierta y, en plena fiesta en el abarrotado estadio Olímpico londinense, le dio a Gran Bretaña su primer oro en esta prueba desde Tokio'64.
Rutherford accedió a la final con una marca de 8,08 metros y tuvo un inicio de la lucha por las medallas desalentador, con tan solo 6,28, pero al segundo intento se puso en cabeza con 8,21 y en el cuarto añadió diez centímetros a su marca (8,31).
Nadie pudo alcanzar dicho registro, el más bajo para ganar un oro desde los 8,24 del estadounidense Randy Williams en Múnich'72, y se coronó en medio de un ambiente increíble de la afición, que acababa de celebrar también el título en heptatlón de Jessica Ennis.