“Por flojos, en México no hay más maratonistas": Dice Julius Keter

Julius Keter, corredor keniano, piensa que falta más disciplina en el entrenamiento de los mexicanos


Eso de levantarse temprano, entrenar todos los días, correr kilómetros y kilómetros y trabajar a doble sesión para una competencia. No, eso no lo hacen los mexicanos, “por flojera”, razón por la que no hay maratonistas de gran nivel en nuestro país, diagnostica Julius Keter, uno de los reyes mundiales de las pruebas de fondo.

La mirada del keniano demuestra orgullo y altivez por haber nacido en un país que ha dominado las pruebas de fondo a lo largo de los últimos años. Le ha costado trabajo, porque tuvo que mudarse de su país a la ciudad de México para poder entrenar en el Bosque de Tlalpan y en el de Viveros.

Tetracampeón de la media maratón de Guadalajara y tricampeón de la prueba Medellín, título que defenderá mañana. No observa actitudes similares a la de él en sus compañeros mexicanos.

“México tiene buenos corredores, pero les falta disciplina de entrenamiento. Llega el momento en que entrenan ya cuando hay un ritmo de carrera que debes de tener. Les da como flojera, pero hay muchos que podrían destacar como Dionicio Cerón”, lamenta el fondista africano.

Entrenadores tricolores de calidad también faltan para el atleta. En Kenia, afirma, existe un sinnúmero de preparadores que tienen la experiencia suficiente como para guiar a un maratonista hacia el éxito. Dice que la mayoría fueron competidores que conocen la naturaleza de la prueba y el desgaste que implica.

A esa situación se agrega la falta de una rigurosidad en el método de preparase y hasta para tener una buena alimentación.

“Los mexicanos son guerreros, yo lo sé, lo único que les falta es disciplina y más que ellos tienen el amor de los padres, que les dicen, deja de correr, porque ya estás muy flaquito entonces dejan de correr”, describe el keniano.

En tierras colombianas, Keter es todo un rockstar. Los medellinenses buscan la foto y el autógrafo del africano. Niños y adultos lo rodean y hasta lo llaman por su nombre, previo a competir en los 21 kilómetros del maratón de las Flores de la ciudad cafetalera.

Pero el agradecimiento del africano de 24 años es para México, porque buena parte de su éxito se encuentra en las virtudes que tiene para un atleta prepararse en la altitud del Distrito Federal.

“Es un país con muchas conexiones hacia distintas partes del mundo, además hay una altura muy buena para entrenar”, resalta el corredor.