Seis Juegos Paralímpicos y tres Olímpicos después, Saúl Mendoza, el atleta sobre silla de ruedas más brillante en la historia de México, ha anunciado su retiro del alto rendimiento. Tras ser Campeón Olímpico en Sydney 2000 en los 1500 metros, medallista de plata en Atenas 2004 y multicampeón paralímpico, Saúl se despedirá de la alta competencia este domingo durante la Maratón de Nueva York, prueba que ha conquistado dos veces.
A los 45 años de edad y convertido en el atleta mexicano, en cualquier ámbito, con más participaciones olímpicas, Saúl ya vive esa peculiar transición que supone “el retiro”. Sin embargo, este capitalino avecindado en Estados Unidos desde hace más de 15 años, siempre va a un paso adelante, y ya ha encontrado una nueva manera de cultivar su pasión por la superación y la competencia.
Saúl lleva dos años trabajando para el ejército de los Estados Unidos, los “Marine Corps”, como entrenador de atletismo sobre silla de ruedas en el Brooke Army Medical center, ubicado en la base militar Fort Sam Houston de Wimberly, Texas. Nuestro “atleta del siglo XX” se encarga de apoyar, a través del deporte, la rehabilitación de los soldados que regresan de Irak y Afghanistan con alguna discapacidad, jóvenes a los que una bala o una bomba les cambió la vida para siempre.
“Nunca me imaginé que esta pudiera ser una excelente manera para hacer una transición en mi vida deportiva. Vivir la experiencia de los militares y poder apoyar a gente muy joven, quienes muchas veces regresan sin gran esperanza en la vida diaria, ha sido un trabajo alentador.
Además, probablemente el 50% de los soldados son de origen hispano, quienes hablan español y eso es muy interesante para mi”, me comentó Saúl. Además de entrenarlos en la pista de atletismo, Saúl inspira a estos veteranos de guerra, muchos de ellos, apenas en sus 20´s, a que encuentren en el deporte una alternativa para que sigan conviviendo con sus familias: salir con sus hijos a andar en bicicleta, esquiar en nieve o en agua, moverse con seguridad sobre su silla de ruedas, continuar haciendo deporte, e incluso, soñar con llegar a unos Juegos Paralímpicos es el deseo que Saúl cultiva en todos ellos.
“Por esta naturaleza competitiva que tengo, el siguiente paso en mi carrera profesional es incorporarme al trabajo que hago con los atletas a los que entreno para ponerlos en las mejores condiciones, en las mejores posiciones y en las mejores competencias. A largo plazo y, si las cosas marchan como hasta ahora, me veo llevando atletas a los campeonatos mundiales y a los Juegos Paralímpicos.
Me gustaría llegar a un alto nivel como entrenador, sin embargo, mi objetivo inmediato es que mis atletas se adapten a su vida diaria, que encuentren en el deporte una vía de desarrollo personal y social, y que comiencen a desarrollar sus habilidades al 100%. Con eso me quedo muy contento. Mi trabajo también es detectar a los talentos que puedan llegar a los Juegos Paralímpicos, porque el ejercito de los Estados Unidos tiene un programa para que los veteranos puedan seguir en el ejército buscando el sueño Paralímpico.
” Estoy seguro que tener a Saúl cerca, es lo mejor que le puede ocurrir a un hombre o a una mujer que regresa a casa tras un trauma de guerra; porque, sin importar lo que ocurra, Saúl siempre ha tenido su mirada fija en las estrellas. Mi admiración profunda y permanente para uno de los atletas más grandes que ha visto México y a un ser humano que explora todos los días, con una sonrisa, los potenciales de su espíritu.
*Si quieres ver la entrevista que le hacen a Saúl Mendoza como entrenador de los “Marines Corps” visita: http://www.lafabulosamaquinadesuenos.com/2012/11/saul-mendoza-el-atleta-sobre-silla-de.html *Si quieres conocer la historia de Saúl Mendoza y el día que se convirtió en campeón Olímpico en Sidney 2000.