Alemayehu Bezabeh, el único atleta suspendido como consecuencia de la 'operación Galgo', ha tenido que aplazar su reaparición por culpa de una rotura de fibras, pero regresará a España en los próximos días, aunque con la sensación de haber sido utilizado.
"Sigue pensando que se le ha tratado muy injustamente porque nunca dio positivo ni incumplió ninguna norma. Está convencido de que se le ha utilizado descaradamente. Se considera inocente y entiende que algunos se han aprovechado de su nombre saltándose las normas de la justicia", comentaron a EFE fuentes cercanas al atleta nacido en Addis Abeba hace 26 años.
Bezabeh, primer atleta español que rompió la barrera de los 13 minutos en 5.000 (12:57.25), ha cumplido dos años de suspensión tras ser interceptado por la Guardia Civil en diciembre del 2010 cuando supuestamente se disponía a practicarse una autotransfusión.
En marzo de 2011 fue absuelto por el Comité de Competición de la Federación Española de Atletismo por falta de pruebas, pero tres meses después el Consejo Superior de Deportes recurrió y fue sancionado con dos años de suspensión y una multa de 3.000 euros. "Tiene la conciencia muy tranquila", añadieron las mismas fuentes, "porque nunca hizo nada ilegal.
Ahora lo único que quiere es volver a competir para demostrar que no necesita nada para correr bien y para volver a conseguir victorias para España". Bezabeh se ha venido entrenando en Addis Abeba junto a un grupo de atletas etíopes pero recientemente, haciendo series de velocidad, ha sufrido una microrrotura de fibras que le ha impedido correr, como deseaba, un medio maratón en España.
En los próximos días regresará a Madrid junto a su esposa y su hija con el propósito de competir con el equipo Bikila en el Europeo de cross por clubes, el 3 de febrero próximo en Castellón. Bezabeh enfocará su carrera deportiva hacia la ruta (medio maratón y maratón), dejando a un lado la pista.
En la especialidad de ruta, su única experiencia data de hace cuatro años cuando, en labores de liebre, recorrió 28 kilómetros en el maratón de Sevilla.
EFE
