CHILE, 5 de abril.- La deportista mexicana Verónica Ruiz, quien padece mal de Huntington, llegó a Chile para correr la Maratón de Santiago y demostrar con ello que la vida es una elección y que incluso una enfermedad puede convertirse en una "bendición".
En diálogo con Notimex, la atleta de 31 años de edad dijo que la enfermedad neurodegenerativa que le fue descubierta hace casi una década, lejos de sumirla en la desesperanza se convirtió en su gran maestra para "aprender a vivir la vida".
Por eso, ella no duda en asegurar con total convicción que "la manera como mi bendito Huntigton me ha enseñado a vivir la vida, no se lo cambio a nadie. Yo no cambiaría mi vida por ninguna otra; si me dieran una oportunidad de volver a vivirla, la viviría igual".
"Ha sido súper enriquecedor el estar en esta posición, el tener a la muerte todos los días aquí le da sentido de vida a mi vida: el sentido de compartir y de servir, y de que esto le sirva a los demás, motive a los demás, inspire a los demás", agregó.
El mal de Huntington es una enfermedad genética invalidante, que hasta la fecha no tiene cura y provoca movimientos descontrolados, falta de equilibrio, daño cognitivo y, en sus fases más avanzadas, dificultades sicomotoras que pueden provocar una muerte prematura.
Aunque todavía no ha desarrollado los síntomas, Verónica aseguró que el haber sido diagnosticada hace 10 años con la enfermedad le cambió la vida, pues le ayudó a entender que la mejor forma de afrontar la adversidad y la existencia misma- es mirarla "con otro lente".
"Aprendí que no tengo tiempo de perder el tiempo. Si mi futuro era aterrador, en silla de ruedas, en cama y un diagnóstico de muerte, y un pasado donde ya ni siquiera ibas a poder tener recuerdos, lo único que me quedaba era construir mi presente", explicó.
De ahí su decisión de comenzar a participar en maratones, en lugares como Berlín, Montreal, Chicago y ahora en Santiago, como signo de aquella "gran maratón" que corre contra el destino, intentando exprimir cada minuto y cada experiencia, como un regalo de Dios.
"Me cayó la certeza de que cada día iba a tener menos neuronas, me cayó el veinte de que mi pasado se iba a quedar con mis memorias perdidas y que entonces lo único que me quedaba era mi presente", relató emocionada.
Sostuvo, por este motivo, que "el diagnóstico (de Huntington) me dio sentido de vida, me dio una oportunidad para ser mejor, me cambio los lentes. Antes me importaba yo, quería ser la reconocida, quería destacar, pero me di cuenta que eso no era lo que me importaba".
"Me di cuenta que lo que me importaba era estar bien, pasármela bien y estar contenta y ser feliz, por eso ni siquiera tuve tiempo de aventarme un duelo (por la enfermedad). Elegí no hacerlo", sentenció.
Subrayó que, con su diagnóstico, "me cayó el veinte de que no tengo tiempo qué perder, no hay manera. Me preguntaban cuánto vas a hacer (en la Maratón de Santiago): les digo que mi carrera es contra el tiempo, no contra los kilómetros".
"Yo vengo a Chile a disfrutar, a estar contenta, a compartir la parte de servir al otro. Que esto que yo estoy viviendo le sirva a alguien, me genera toda la emoción, toda la adrenalina, toda la pasión", afirmó con una sonrisa que ilumina su rostro.
Y esa oportunidad la vivirá este domingo, cuando junto a miles de chilenos participe en la versión 2012 de la Maratón de Santiago, la más importante carrera masiva que se realiza en la capital chilena y que partirá a pocas cuadras del presidencial Palacio de La Moneda.
"Me he dedicado a hacer ejercicios, a comer sano, a ser elitista con los pensamientos, los escojo y manejo muy bien, trabajo muy bien con mis emociones, me lleno de retos, soy agradecida. Cuando te dan un diagnóstico de estos, cualquier cosa es ganancia", declaró.
Por eso, su participación en maratones se ha convertido para miles de personas en México y otros países como el más evidente ejemplo de que la vida y la muerte no son un designio, sino una elección, que se refrenda cada día: "Diagnóstico no es destino".
"Tú eliges qué hacer con tu vida, tú eliges vivir, de qué lado estas parado. El diagnostico no elige por ti", concluyó Verónica, no sin antes asegurar que "tengo mucha fe... si estoy llena de algo, es de fe. Aparte, Dios me ama y soy su novia".
fuente: http://www.excelsior.com.mx
