Los corredores mayores de 35 años son los que más se lesionan durante los entrenamientos.
Así se desprende del minucioso estudio que ha realizado la Fundación Mapfre para analizar el día a día de los runners no profesionales y sus lesiones más frecuentes.
La contractura muscular es la lesión más frecuente seguida de la rotura de fibras en el gemelo y la fascistis plantar.
El estudio, en el que también colaboró el Laboratorio de Biomecánica de la Universidad Politécnica de Madrid, se basó en una encuesta realizada a más de 400 personas que solían practicar con frecuencia el deporte de la carrera.
Según la investigación, los hombres son los que más sufren las dolencias físicas mientras corren (87,9 por ciento); además, la edad de los lesionados suele superar los 35 años (6 de cada 10 superaban esta edad).
Las rodillas y las piernas son las partes del cuerpo del corredor que más daño sufren con la práctica del running. Sin embargo, llama la atención que este tipo de dolencias son más frecuentes en los menores de 35 años.
Según esta investigación, la contractura muscular es la lesión estrella de la mayoría de los runners (16%) seguida de la rotura de fibras del gemelo (10,7%), la fascitis plantar (10,2%), el esguince de tobillo (9,2%) y el de rodilla (7,2%).
Es habitual que los corredores padezcan lesiones como: fascitis plantar y esguinces de tobillo y rodilla El informe de la Fundación Mapfre también asegura que la mayoría de las personas que tuvieron una lesión en el último año la sufrieron una sola vez.
Un 40,8% de los runners arrastraban problemas físicos los meses anteriores y un porcentaje muy elevado de estas dolencias se produjeron al final de la práctica deportiva (40%).
Asimismo, el 94,2% de los lesionados no necesitó ninguna baja laboral para recuperarse y más de la mitad de ellos necesitó rehabilitación.
La acumulación de kilómetros es un factor determinante para analizar las causas de las lesiones. El riesgo de tener problemas físicos incrementa si una persona corre desde hace más de cinco años seguidos; curiosamente, casi el 60% de los runners lesionados son experimentados corredores.
Además, correr con una intención meramente competitiva implica un riesgo de lesionarse, 5 veces mayor que cuando se practica este deporte por ocio o para mantenerse en forma.
Uno de los grandes descubrimientos de la investigación está relacionado con los estiramientos previos a la carrera. Los autores del estudio aseguran que estirar antes de correr no parece reducir el riesgo de lesión aunque recalcan que antes de realizar un entrenamiento es conveniente calentar durante unos minutos y “al final de la carrera es mejor estirar de forma suave, sin forzar y sin llegar al dolor”.
¿El debate de estirar antes de correr?
El debate sobre las ventajas o desventajas de estirar antes de empezar a correr no es nuevo.
En 2011 ya se suscitó una gran polémica tras un estudio realizado por el cirujano Daniel Pereles de la Universidad George Washington de Estados Unidos en el que también se afirmaba que un calentamiento previo a la carrera “no tiene ninguna incidencia sobre las lesiones”.
En la investigación se presentaron 2.729 sujetos que corrían más de 16 kilómetros a la semana; 1366 practicaban estiramientos antes de correr y 1363 no llevaba a cabo ningún tipo de calentamiento.
Los científicos hallaron una tasa de lesiones del 16 por ciento en ambos grupos por lo que se demostró que estirar no previene . “Hay otros factores que influyen en su aparición”, decía el informe.
La Fundación Mapfre y los expertos de la Universidad Politécnica también recomiendan combinar la superficie de carrera entre asfalto y tierra y realizar entrenamientos con moderación entre tres y cinco sesiones a la semana y no más de una hora.
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