Siempre se ha dicho que el afán de superación del ser humano es incalculable, pero quizás muy pocas personas poseen una voluntad tan fuerte como la de Julius Yego, un lanzador de jabalina keniata que pasó de aprender los fundamentos de ese deporte gracias a numerosos vídeos publicados en YouTube a rozar la medalla de bronce en el Mundial de Atletismo celebrado el pasado agosto en Moscú.
Kenia es un país conocido por sus grandes corredores de fondo, en el que el resto de disciplinas del atletismo reciben muy poca atención. A pesar de ello, tal y como leemos en el blog «Ciencias y cosas», Yego siempre se sintió atraído por el lanzamiento de jabalina y desde pequeño le gustaba tirar palos a lo lejos, mientras mientras ayudaba en la cría de ganado en las ricas tierras de cultivo de té de Nandi Hills.
Poco a poco, su afición fue creciendo y, en 2004, logró un cuarto puesto en el Campeonato Nacional Juvenil de Kenia, tras haber alcanzado varios éxitos en competiciones entre institutos. Un año más tarde, la única jabalina existente en su instituto se rompió, lo que le dejaba sin posibilidades de seguir entrenando. Por suerte, un profesor de geografía le compró una nueva y, así, un año después no solo ganó el Campeonato Nacional Juvenil, con un lanzamiento de 64 metros, sino que llegó a batir el récord nacional junior, tras alcanzar los 71 metros en 2006.
Sin embargo, en un país en el que hay muy pocos lanzadores de jabalina élite, tan solo tres o cuatro jabalinas profesionales en su capital y no existen instalaciones ni entrenadores especializados en esta disciplina, Julius Yego decidió acudir al portal YouTube para estudiar todo tipo de vídeos de los campeones internacionales de lanzamiento de jabalina y poder mejorar su técnica.
Tras dejar el instituto, el prometedor atleta ingresó en el cuerpo de policía, donde podría compatibilizar trabajo y entrenamiento. En 2009 ya era campeón de Kenia y en 2011, contra todo pronóstico, «Mr. YouTube», sobrenombre con el que es conocido, se alzó con el campeonato de África. Un año más tarde, ya convertido en profesional, se convirtió en el primer africano en alcanzar una final olímpica de lanzamiento de jabalina, tras haber pasado varios meses entrenando en centros de alto rendimiento de Suecia y Finlandia, invitado por la Federación Internacional de Atletismo.
Su consagración definitiva llegaría el pasado mes de agosto, cuando, con un lanzamiento de 85,4 metros estuvo a punto de llevarse la medalla de bronce en los Campeonatos del Mundo que, finalmente, se consiguió el ruso Dimitri Tarabin en el último lanzamiento. En cualquier caso, Julius Yego tiene el honor de ser el protagonista de una historia de superación que debería servir de ejemplo a muchas personas.
Kenia es un país conocido por sus grandes corredores de fondo, en el que el resto de disciplinas del atletismo reciben muy poca atención. A pesar de ello, tal y como leemos en el blog «Ciencias y cosas», Yego siempre se sintió atraído por el lanzamiento de jabalina y desde pequeño le gustaba tirar palos a lo lejos, mientras mientras ayudaba en la cría de ganado en las ricas tierras de cultivo de té de Nandi Hills.
Poco a poco, su afición fue creciendo y, en 2004, logró un cuarto puesto en el Campeonato Nacional Juvenil de Kenia, tras haber alcanzado varios éxitos en competiciones entre institutos. Un año más tarde, la única jabalina existente en su instituto se rompió, lo que le dejaba sin posibilidades de seguir entrenando. Por suerte, un profesor de geografía le compró una nueva y, así, un año después no solo ganó el Campeonato Nacional Juvenil, con un lanzamiento de 64 metros, sino que llegó a batir el récord nacional junior, tras alcanzar los 71 metros en 2006.
Sin embargo, en un país en el que hay muy pocos lanzadores de jabalina élite, tan solo tres o cuatro jabalinas profesionales en su capital y no existen instalaciones ni entrenadores especializados en esta disciplina, Julius Yego decidió acudir al portal YouTube para estudiar todo tipo de vídeos de los campeones internacionales de lanzamiento de jabalina y poder mejorar su técnica.
Tras dejar el instituto, el prometedor atleta ingresó en el cuerpo de policía, donde podría compatibilizar trabajo y entrenamiento. En 2009 ya era campeón de Kenia y en 2011, contra todo pronóstico, «Mr. YouTube», sobrenombre con el que es conocido, se alzó con el campeonato de África. Un año más tarde, ya convertido en profesional, se convirtió en el primer africano en alcanzar una final olímpica de lanzamiento de jabalina, tras haber pasado varios meses entrenando en centros de alto rendimiento de Suecia y Finlandia, invitado por la Federación Internacional de Atletismo.
Su consagración definitiva llegaría el pasado mes de agosto, cuando, con un lanzamiento de 85,4 metros estuvo a punto de llevarse la medalla de bronce en los Campeonatos del Mundo que, finalmente, se consiguió el ruso Dimitri Tarabin en el último lanzamiento. En cualquier caso, Julius Yego tiene el honor de ser el protagonista de una historia de superación que debería servir de ejemplo a muchas personas.
