NUEVA YORK -- En una doble victoria para Kenia, Geoffrey Mutai defendió el domingo su título en el maratón de la ciudad de Nueva York y Priscah Jeptoo ganó entre las mujeres.
Mutai había establecido el récord de esta competencia la última vez que se corrió en el 2011. En el 2012 no se disputó debido a la destrucción que dejó la supertormenta Sandy y se reanudó después de una ausencia de un año.
En una mañana ventosa y bajo estrictas medidas de seguridad luego de los atentados en el Maratón de Boston en abril, Mutai tuvo un tiempo extraoficial de 2 horas, ocho minutos y 24 segundos, lejos de su marca de 2:05:06 establecida en condiciones casi perfectas.
"No es fácil defender el título", dijo Mutai. "Como vieron, las condiciones meteorológicas de hoy no fueron propicias, ni siquiera para mí. Lo intenté, pero no creí que pudiera finalizar con un récord".
Jeptoo estaba a unos tres minutos y medio de la etíope Buzunesh Deba al promediar la carrera. Pero la keniana empezó a acelerar cuando las primeras entraron en Manhattan y sobrepasó a Deba faltando unos tres kilómetros (dos millas).
Su tiempo fue de 2 horas, 25 minutos y 7 segundos. La campeona del maratón de Londres se hizo acreedora a un bono de medio millón de dólares por el título de los Grandes Maratones Mundiales.
Deba, que vive en el Bronx, llegó segunda por segunda vez consecutiva en este maratón. La multitud la alentó en el último tramo, con la esperanza de que superara a Jeptoo.
"Comencé a apretar el paso", dijo la keniana. "Confiaba en que lo lograría".
La cancelación de la competencia del año pasado a última hora disgustó a muchos competidores y residentes. Sin embargo, hubo pocas muestras de que persistiera el resentimiento el domingo.
Originalmente, las autoridades de la ciudad y los organizadores del maratón prometieron que la carrera se realizaría. Muchos neoyorquinos criticaron la posibilidad de dedicar recursos a la competición en medio de la tempestad que se avecinaba.
Pero cuando se canceló la carrera, muchos atletas habían viajado de otras ciudades y naciones a Nueva York para competir. Buena parte de esos competidores volvió un año después. Largaron 50.740 deportistas, un récord.
Competidores, tanto profesionales como amateurs, dijeron que se habían sentido más seguros en el recorrido. Las medidas fueron estrictas desde el momento en que los participantes llegaron a la línea de largada. Fueron acorralados mientras hacían largas filas, y tanto policías como voluntarios les recordaron que no podían portar teléfonos celulares.
Elizabeth Hutchinson, quien reside en Seattle, recordó la alegría que se vivió en la largada en Boston, este año. La gente compartía pomada contra las quemaduras solares, curitas y sustancias energizantes, con una sonrisa.
Ahora, en Staten Island, "eran muy visibles las ametralladoras", dijo. "El ambiente es muy distinto. En cierto modo, esto me entristece".
fuente: espn.com
