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Democracia y transparencia serán el punto de arranque con el que el ex campeón nacional de martillo, Guillermo Guzmán, buscará contender por la presidencia de la Federación Mexicana de Asociaciones de Atletismo, AC, aun cuando el titular, Antonio Lozano, puso candados al modificar los estatutos para mantenerse en el cargo.
“Él tiene 11 recursos de apelación, fue amonestado públicamente y actualmente está sancionado tres meses para no recibir recursos de la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (Conade), por no acatar el reconocimiento de las asociaciones que ganaron sus casos.
¿Cómo es posible que un directivo así pueda seguir en el cargo?
Nunca ha informado sobre el fideicomiso de 7 y 14 por ciento que se cobra a los atletas (mexicanos y extranjeros) que ganan en las competencias avaladas por la FMAA, señala molesto el ingeniero egresado del Instituto Politécnico Nacional.
Es la segunda ocasión que el michoacano se prepara para las elecciones. La primera vez lo hizo contra Mariano Lara en la desaparecida Federación Mexicana de Atletismo, organismo que con la llegada de Lozano en 2009 cambió jurídicamente, al ganarse el pleito legal respaldado por Alonso Pérez, ex dirigente de la desaparecida Confederación Deportiva Mexicana y el Comité Olímpico Mexicano que apoyaba a Eduardo Jiménez, titular de la FMA.
Sin mencionar nombres de los directivos que lo respaldan, Guzmán refiere que en la asamblea del 15 de diciembre de 2013, Lozano y su consejo directivo aprobaron los nuevos estatutos de la FMAA, de los que destaca el artículo 33 para quienes aspiren a los puestos.
Para ser electos se les pide que deben tener por lo menos dos años de formar parte del consejo directivo de la federación o de una asociación. Cada presidente de la FMAA deberá cubrir un periodo de cuatro años y puede ser relecto, pero en el atletismo, Lozano lleva seis años al suplir a Eduardo Jiménez.
Ahora con el cambio de estatutos extenderá su mandato mientras México sea sede de torneos internacionales, así como del ciclo olímpico. Va camino a la dictadura para llegar a 2015, acusa el 17 veces campeón nacional y recordista en martillo.
No teme a represalias porque asegura no ser empleado de Lozano, aun cuando éste lo apoyó para subir al portal de la FMAA todo lo relacionado con la Comisión Mexicana de Atletas Master que dirige Guzmán.
Elogia lo que están haciendo los master, aunque la FMAA no los apoya, porque los considera atletas recreativos, sin tomar en cuenta que las jugosas bolsas de dinero con las que se llenan las manos en las carreras son producto de las inscripciones de quienes ellos llaman viejitos. AnteriorSiguiente Subir al inicio del texto
Fuente: http://www.jornada.unam.mx/2014/01/11/deportes/a15n2dep
