VERACRUZ, 29 de noviembre.- Erick Barrondo lució como un monstruo y los mexicanos Omar Zepeda y Christian Berdeja mostraron el nivel de frustración que vive la marcha mexicana, que este sábado fue dominada por el andarín de Guatemala que ahora no se topó con los jueces para llevarse el oro y dejar a México en las posiciones dos y tres.
Barrondo llegó al circuito con el fantasma de la descalificación vivida el pasado fin de semana, cuando lideraba la prueba de 20 kilómetros y en los últimos metros fue misteriosamente descalificado para cederle la victoria al mexicano Horacio Nava.
Ayer, el centroamericano forjó una ventaja de casi tres minutos sobre Zepeda, segundo lugar, y se dio el lujo de cruzar la meta con la bandera de su país colgada, posó para las fotografías y se puso a dar entrevistas; cuando estaba a punto de terminar, llegó el mejor mexicano.
Barrondo recorrió la distancia en 3:49.40 horas, para dejar atrás el récord del cubano Edel Oliva (3:55.20 horas) impuesto en los Centroamericanos de Ponce 1993.
La diferencia es que unos entrenamos más duro que otros, así conforme pasa el tiempo eres un mejor competidor”, dijo Barrondo al ser cuestionado sobre la poca competencia que tuvo. “Yo venía preparado para ganar dos medallas de oro, no se pudo; pero ahora tenemos esta', agregó el subcampeón olímpico.
Me pusieron enfrente un monstruo, no se nos olvide que tiene una plata olímpica”, justificó Zepeda, el hombre más experimentado en la competencia de ayer con 37 años. “Cuando alcancé a Christian Berdeja ya venía rezagado, me dijo que lo esperara y yo bajé el ritmo para hacer el 2-3 porque Erick ya se había ido', explicó.
Berdeja terminó con 3:53.39 horas para quedarse con el bronce para México. Fue su mejor marca de la temporada y ni así le alcanzó para presionar a Barrondo, con lo que la marcha mexicana y su mezcla de experimentados y jóvenes, de las tres pruebas (20 km. varonil y femenil, 50 km. varonil), sólo pudo rescatar una: los 20 kilómetros gracias a la subjetiva ayuda de los jueces.