Radcliffe dijo adiós a la competición entre los aplausos y el clamor de los miles de británicos que salieron a las calles para presenciar en directo la despedida de una de sus atletas favoritas.
"En ningún momento me fijé en el tiempo. Solo quería completar la prueba y poder agradecer a todo el mundo el inestimable apoyo que me han brindado. Cada kilómetro se hacía más emocionante que el anterior", dijo la británica, visiblemente emocionada.
"Ha sido tremendamente emocionante. Había cientos de carteles con mi nombre y el público no cesó de apoyarme. Ha sido espectacular volver a correr aquí", señaló, entre lágrimas, Radcliffe.
La británica, que ostenta el récord del mundo de maratón (2h15:25), conseguido en Londres hace doce años, ya ganó la prueba londinense en los años 2002, 2003 y 2005.
"No me había preparado para la carrera y esperaba que la magia del maratón de Londres me ayudara. Y desde luego que lo hizo. Tienes que dar lo mejor de ti y eso fue lo que hice hoy", subrayó.
"Cuando pasé por Embankment vi una pancarta que decía: 'Te echaremos de menos'; pero no se puede comparar cómo voy a extrañar yo esta carrera", agregó la británica, abrazada a su marido, Gary, y a sus hijos, Isla y Raphael.
