Segunda parte del polémico informe sobre dopaje publicado por The Sunday Times y la televisión alemana ARD. Si la primera entrega denunciaba la permisividad de los organismos antidopaje con los sospechosos, ésta apunta directamente a los grandes maratones. El documento afirma que 32 medallistas de esta prueba entre 2001 y 2012 presentaron anomalías en los análisis sanguíneos.
El peor parado de los seis grandes maratones (Berlín, Boston, Chicago, Nueva York, Tokio y Londres) es la capital de Reino Unido: siete de los ganadores de la prueba entre 2001 y 2012 tuvieron resultados de sangre sospechosos en algún momento de sus carreras.
El maratón de Londres ha reaccionado con celeridad ante estas publicaciones. La organización se muestra muy preocupada, y asegura que está “a la vanguardia en la aplicación de medidas antidopaje”. Abordará sus implicaciones con la Asociación Internacional de Federaciones de Atletismo (IAAF).
Nada confirmado
La IAAF, por su parte, anuló la semana pasada los resultados de la fondista rusa Liliya Shobukhova a partir del 9 de octubre de 2009 por anormalidades en su pasaporte biológico, incluyendo sus tres victorias en el maratón de Chicago y uno en el de Londres. La atleta queda suspendida por tres años y dos meses. La Agencia Mundial Antidopaje (AMA), paralelamente, abrirá una investigación pero protegerá la identidad de los deportistas.
El director general de la AMA, David Howman, sentencia que una parte de las informaciones de la publicación obtenidas a través de la base de datos de la IAAF es anterior al Pasaporte Biológico, que se introdujo en 2009: “Estos datos no podría considarse dopaje, sea legal o no […] además, los datos sanguíneos atípicos, que pueden estar dentro de esta base de datos entre 2009 y 2012, no son necesariamente indicativos de dopaje”.