Con once atletas menos que en Moscú-2013, donde el país había terminado con un bronce (Luis Rivera en salto largo), los mexicanos viajaron a China sabiendo que iba a ser complicado subir al podio y ampliar la cuenta de trece medallas -tres de ellas de oro-, que convierten a los aztecas en la segunda potencia histórica del atletismo latinoamericano en el Mundial, sólo por detrás de Cuba.
El mejor resultado mexicano en Pekín lo consiguió una marchista, Alejandra Ortega, que fue novena en los 20 kilómetros (1h34:04) y que después de su participación valoró la crisis actual del atletismo nacional.
"Esperemos que los directivos nos escuchen y que vean que realmente hay atletas que quieren destacar en esto y que nos apoyen, para que la delegación no sea cada vez menos, sino cada vez en abundancia", señaló la marchista de 21 años.
Su noveno puesto superaba a la hasta entonces mejor posición mexicana en este Mundial, que era el decimocuarto lugar de Brenda Flores, campeona panamericana, en los 10.000 metros, con un crono de 32:15.26.
Los otros tres mexicanos en el evento compitieron en la misma prueba, los 20 kilómetros marcha masculinos, y allí Eder Sánchez, bronce en el Mundial de Berlín-2009, fue el mejor con un decimoquinto puesto (1h21:56), por delante de Horacio Nava (29º, 1h24:40) y Julio César Salazar (32º, 1h24:58).
Eder Sánchez explicó tras su participación que cree que hay problemas estratégicos que lastran los resultados internacionales de la marcha mexicana, que tantas alegrías dio en el pasado.
"Se quieren aplicar metodologías de los años 70 o 80. Ahora hay atletas de 25 años que hacen marcas de 1h18. En los años 70 se ganaba con 1h24. Hay que estar innovando, es lo que hacemos, pero no se nos permite explotar el potencial", estimó.
En los días previos al Mundial, el presidente de la Federación Mexicana de Atletismo, Antonio Lozano, ya había admitido que había que ser realista y que las expectativas eran muy bajas.
"Lo veo muy difícil, porque hoy por hoy México viene de una reestructuración de muchos años. Tenemos seis años trabajando muy bien y hay que invertir mínimo entre ocho y diez años para ver esos triunfos. Estamos próximos en dos o tres años para estar hablando de resultados diferentes", explicó en una entrevista con la AFP.
"Esperemos que Alejandra esté entre los 10 mejores y que Brenda entre los 15 mejores", añadió entonces. Sus deseos, por lo menos, se cumplieron días después.
El país acudía a esta cita sin varios de sus nombres más destacados, entre ellos los campeones panamericanos de 5.000 metros Juan Luis Barrios y de 20 kilómetros marcha María Guadalupe González, que sí deberían estar en el próximo gran examen, los Juegos Olímpicos de dentro de un año en Rio de Janeiro.