“Me retiro del atletismo competitivo, pero no dejo de correr. Correr es mi vida”. Declaraciones de Haile Gebrselassie tras terminar en la 16ª posición en los Great Manchester Run, una de las mejores pruebas de 10 kilómetros disputadas sobre asfalto. Tras esa experiencia, el Emperador como así le conocen en su Etiopía natal, afirmó que ya no iba a haber más kilómetros profesionales para él.
Sin embargo, meses después, ha querido darse un último baile, un último baño de masas y ha fijado en Glasgow, esta vez sí, su punto y final. En la ciudad escocesa competirá el próximo 4 de octubre en los famosa carrera de 10 kilómetros para cerrar una trayectoria de más de dos décadas, primero en pista, donde fue cuatro veces campeón del mundo al aire libre en los 10.000 metros (1993,1995,1997 y 1999) y dos olímpico (1996 y 2000), y después sobre asfalto, con los hitos de los récord del mundo de maratón, establecidos en Berlín de forma consecutiva: 2:04:26 en 2007 y 2:03:59 en 2008.
Este año fue muy polémico, porque Gebre renunció a correr el maratón de los Juegos Olímpicos, aunque sí se presentó en los 10.000 para acabar 6º, aduciendo que había mucha contaminación en Pekín y algunos problemas de respiración, para apenas un mes después destrozar en 27 segundos su propia marca. Ya saben cómo es el eterno debate de la gloria internacional o el dinero de las grandes citas.
A sus 42 años Gebrselassie cierra una hoja de servicios con dos oros olímpicos, cuatro títulos mundiales al aire libre y 27 récords del mundo
No es la primera vez que Haile Gebrselassie, quien a lo largo de su dilatada carrera deportiva llegó a batir 27 plusmarcas mundiales, dice que lo deja, si bien parece que a sus 42 años va a ser la de verdad. En 2010, tras abandonar en el Maratón de Nueva York, pregonó que frenaba para siempre.
Aquella decisión pareció más un calentón fruto de la frustración que algo meditado de verdad, pues el fondista africano reculó una semana después y decidió seguir en activo. En 2011 fue galardonado con el Premio Príncipe de Asturias, pero falló en su intento de llegar a los Juegos Olímpicos. Ni fue seleccionado en maratón ni consiguió ganarse un puesto en los 10.000 metros. El mejor Gebre empezaba a quedar ya atrás, aunque millones de atletas profesionales hubieran firmado en su vida ser la peor versión del etíope.
El disgusto olímpico no deprimió a un Gebre que siguió ganando carreras más allá de la crítica frontera de los 40 años. En 2014 fue seleccionado, con un jugoso contrato, como liebre de la Maratón de Londres.
“Volver a este evento es una gran oportunidad de dar las gracias a la gente de Glasgow y lo haré corriendo los 10 kilómetros. Esta ciudad me trae grandes recuerdos y va a ser todo muy especial y emotivo”.
"Me retiro del atletismo competitivo, pero no dejo de correr. Correr es mi vida"
“Amo el ambiente de la carrera de Glasgow”, afirma un Gebre que ganó la prueba en 2013. Cada vez más involucrado en temas de política, embajador de las Naciones Unidas y sin dar la espalda jamás a terminar ocupando un cargo importante en Etiopía, Gebre cada vez dispone de menos tiempo para entrenar duro y mantener el altísimo nivel que siempre atesoró. Eso y reloj biológico le han apartado definitivamente del profesionalismo. Pero él seguirá corriendo y apuesten a que lo hará a un ritmo muchísimo mayor del que la mayoría alcanzaremos jamás. Es lo que tiene ser uno de los mejores corredores de siempre.