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Esta décimoquinta edición reunió a 40.000 participantes pero él sobresalió pese a que no subió a la cima del podio. A sus 42 años, el bicampeón olímpico local Haile Gebrselassie cruzó la línea de llegada de los 10K Great Ethiopian Run en la ciudad de Addis Ababa como despedida del atletismo profesional que lo tiene como el mejor fondista de la historia tras batir veintisiete récords mundiales, dos de ellos en 42 kilómetros, y ganar once grandes maratones sumado a cuatro títulos mundiales.
Tras ausentarse en los 10K Glasgow en Escocia debido al fallecimiento de su hermana mayor que estaba internada a raíz de un cáncer contra el que peleaba desde hace varios meses, el bicampeón olímpico Haile Gebrselassie se sumó al pelotón de atletas amateurs de esta prueba celebrada en la capital etíope en la que dio la señal de largada en la competencia reservada para la categoría elite profesional.
Ex plumarquista mundial de maratón y dueño de los récords aún vigentes tanto en los 20K como en la hora, Haile Gebrselassie ratificó que no dejará de correr a diario dado que el running forma parte de su estilo de vida, a tal punto, que en los últimos meses corrió un promedio de 145 kilómetros semanales.
A mediados de mayo, con 42 años, Gebreselassie corrió 10 kilómeros en 30 minutos con 5 segundos que lo situaron 14º en los 10K Great Manchester Running de Inglaterra, la prueba de ruta más popular e importante de Europa que lo tiene como su máximo campeón con cinco triunfos, cuatro de ellos en forma consecutiva, el último en 2012 cuando se impuso con 27 minutos y 39 segundos.
Ganador del oro olímpico en los 10 mil metros en pista de Atlanta 1996 y Sydney 2000, Gebrselassie fue designado como uno de los integrantes del Road Runners Hall of Fame, el Salón de la Fama del Maratón de Nueva York.
Su máxima proeza deportiva la alcanzó en las calles alemanas del Maratón de Berlín donde estableció el récord mundial de 42K con 2h04m26s en 2007 que después mejoró aún más al año siguiente con los2h03m59s que se mantuvieron vigentes durante tres temporadas.
Con 56 kilos distribuidos en 1,65 de altura y su sonrisa permanente que nunca pierde ni siquiera con la adrenalina del sprint final, el plusmarquista etíope Haile Gebrselassie ya se posicionó como empresario al adiquirr una de lasplantaciones cafeteras más grande de África oriental sumado a un conglomerado de hoteles, cines, complejos deportivos y concesionarios automotrices junto con campañas publicitarias que lo tienen como cara pública de más de una decena de compañías internacionales.
Tal como él mismo lo confirmó a la prensa de su país, Haile Gebrselassie quiere ingresar a la arena política y se postularía como candidato en las elecciones legislativas de Etiopía aunque todavía no definió a que partido representará.
“Quiero tener una banca en el parlamento para ayudar al progreso de mi país, es algo que tengo en mente desde hace tres años, sueño con una democracia al estilo de las europeas o la estadounidense, será un proceso largo que demandaría no menos de dos décadas”, afirmó el bicampeón olímpico de los 10.000 metros en pista.
Si bien goza de un alto índice de popularidad, el escenario político asoma complicado porqueel Frente Democrático Revolucionario del Pueblo Etíope lleva dos décadas y media en el poder desde que derrocó en 1991 a la junta militar de Mengistu Haile Mariam. En la actualidad ocupa 543 de las 547 escaños del parlamento mientras que, de los dos restantes, uno corresponde a un político independiente y el otro a un legislador opositor.
Su candidatura tendría gran repercusión mediática más allá de las fronteras etíopes, por eso, Haile Gebrselassie adelantó que buscará apoyos internacionales para impulsar medidas que combatan la pobreza. “Quiero colaborar para que Etiopía se convierta en una nación con mejores ingresos per cápita, que aumente su Producto Bruto Interno, esto no es una tarea exclusiva de la dirigencia ya que cada habitante tiene responsablidad y debería comprometerse en esta misión”, sostuvo este fondista que llegó a correr los 42 kilómetros de Berlín en 2 horas, 3 minutos y 59 segundos que constituyeron el récord mundial de maratón hasta que fue destronado por su par keniata Peter Makau.
