Aunque la Conade esperaba que el desarrollo de los atletas juveniles e infantiles se viera reflejado en la justa olímpica de este año, lo cierto es que son pocos los deportistas nuevos que integrarán a la delegación.
En el 2010, la Conade se planteó un proyecto rumbo a los Juegos Olímpicos de Río 2016 en el que se buscaba apoyar a los jóvenes talentos, integrándolos al programa de becas CIMA, las cuales están dirigidas al alto rendimiento.
La idea era emular el programa ADO de España en el que se apoya a los atletas desde que son jóvenes y no esperar a que obtengan resultados a nivel internacional para otorgarles el estímulo económico.
El objetivo era que en seis años, se desarrollaran talentos infantiles y juveniles que fueran potenciales medallistas olímpicos en Río y que, del total de la delegación, ellos serían 60 atletas; sin embargo, a unos meses de que llegue la justa veraniega que se realizará en Brasil, son pocos los jóvenes que lograron el objetivo.
No sólo porque algunos de los becados fueron desapareciendo en el camino, sino porque también, tras quedar fuera la mayoría de esos becados de los Juegos Olímpicos de Londres, el apoyo y proyecto se acabó.
Hasta ahora, nuestro país suma 36 plazas rumbo a JO y, en su mayoría, están ocupadas por viejos conocidos —aunque algunos boletos todavía falta otorgarse nominalmente.
Por ejemplo, en clavados, Paola Espinosa vivirá su cuarta justa olímpica, mientras que Rommel Pacheco también ha estado en la élite desde antes del proyecto juvenil.
Sin embargo, es importante destacar a Germán Sánchez e Iván García, ambos han destacado desde los pasados Juegos Olímpicos de Londres 2012, donde se colgaron la plata en la plataforma sincronizada y hoy son una fuerte esperanza de medalla en Río 2016.
En atletismo tampoco hay juveniles que hayan sido desarrollados a través de ese programa, pues hasta ahora Juan Luis Barrios es uno de los que tienen plaza, y es ya un viejo conocido del deporte nacional.
Mientras que Brenda Flores, que apenas cuenta con 23 años, también ya tiene asegurado su lugar en Río, pero ella no estaba contemplada en las becas CIMA hasta el último padrón publicado por la Conade en el primer trimestre del año pasado.
En taekwondo, también María Espinoza obtuvo una plaza, aunque aún no es seguro que el lugar sea para ella, aunque si fuera así, la sinaloense ya sumaría sus cuartos JO, dejando fuera a algún juvenil.
En contraparte, Itzel Manjarrez sí es una de las atletas que ha sido apoyada en su carrera juvenil y al parecer vivirá sus primeros JO, si obtiene la plaza nominal en marzo próximo.
Un caso aparte es el de la arquera Mariana Avitia, quien estaba en el proyecto en ese 2010, y logró llegar a los Juegos Olímpicos en donde se colgó el bronce; sin embargo, tras ese logro, la atleta regia tuvo algunas bajas de nivel y hoy no se sabe si acudirá a una nueva justa olímpica.
En México, las becas son más bajas que en España
Mientras que en España, las becas para los atletas juveniles van de 751 euros mensuales (13,000 pesos) a los 1,252 euros mensuales (21,733 pesos), mientras que los atletas de élite en España reciben entre 1,502 euros (25,946 pesos) y 3,333 euros mensuales (57,572 pesos), en México las becas de CIMA van de los 1,600 a los poco más de 60,000 pesos mensuales, que recibe la atleta mejor remunerada: Paola Espinosa.
Así, los casos de éxito son escasos; pese al ambicioso proyecto que tenía la Conade de llevar a 60 juveniles a Río 2016, al parecer este pronóstico no se cumplirá.
Fuente: cristina.sanchez@eleconomista.mx y en eleconomista.mx