El atleta paralímpico sudafricano Oscar Pistorius, condenado por la muerte de su novia Reeva Steenkamp, aseguró en una entrevista que se difundirá el viernes que está seguro de que a ella le gustaría verle libre."No quiero volver a la prisión.
No quiero desperdiciar mi vida allí", dijo en un avance de una entrevista a la cadena británica ITV. "Si me otorgaran la oportunidad de redimirme, me gustaría ayudar a los menos afortunados","Quiero pensar que si Reeva pudiera mirar hacia bajo y verme, querría que yo pudiera vivir esa vida", añadió.
El exatleta paralímpico sudafricano, de 29 años, que corría con una prótesis en cada pierna está esperando sentencia por la muerte de su novia en 2013 y siempre afirmó que la mató por error.
Según su relato, en la madrugada del 14 de febrero de 2014, día de San Valentín, oyó un ruido extraño en el baño, donde estaba su novia, y disparó cuatro veces a través de la puerta pensando que era un ladrón.
Pistorius fue condenado inicialmente por homicidio involuntario. Tras un año en prisión, en marzo fue de nuevo juzgado y condenado por asesinato. Ahora está esperando que el tribunal de Pretoria fija su sentencia, prevista para el 6 de julio.
"Reeva era una persona fantástica pero si creen que le quité la vida intencionadamente, lo que no ha sido demostrado, es algo muy triste", dice en la entrevista.
La semana pasada los abogados de la acusación criticaron a Pistorius porque dijo estar demasiado enfermo y deprimido para declarar en el juicio de su sentencia pero sí se prestó a dar una entrevista
En sus declaraciones a ITV el exatleta paralímpico recuerda la noche de la muerte de su novia."Todavía puedo oler la sangre. Puede sentir su calor en mis manos. Comprendo el dolor que siente la gente que la querían y que la echan de menos. Siento el mismo dolor.
Siento ese mismo odio contra mi mismo", afirma.Pistorius asegura que pensó que había entrado un intruso en su casa y que estaba a punto de llegar a su habitación. Luego "un miedo instantáneo" le llevó a tomar un arma y andar sobre sus muñones hacia el baño, donde disparó cuatro veces
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