El icono del atletismo ruso, Yelena Isinbayeva, admitió este lunes en una entrevista publicada por 'L'Equipe' que "sí, Rusia está gangrenada, pero la investigación debería ampliarse al mundo entero". En este sentido, tres días después de que se conociera la segunda parte del Informe McLaren, Isinbayeva, excluida de los Juegos de Río al igual que el resto de atletas de su país, aseguró que "barrer nuestra casa es una excelente iniciativa. Pero centrar las investigaciones en un solo país es un acto político".
La exatleta prosiguió: "No creo en las conspiraciones, sólo espero que la investigación de McLaren se extienda al mundo entero. Lo que más duele a la antigua pertiguista, dos veces campeona olímpica, y hoy presidenta del consejo de vigilancia de la Agencia Antidopaje Rusa (Rusada), es la acusación de dopaje sistemático y la caza a los tramposos. "Vi las cifras", dice Isinbayeva. "Estoy en contra de los tramposos pero no me gustan las generalizaciones. ¿Cómo podría admitir la idea de un sistema de dopaje institucionalizado cuando nunca he formado pare de él?", se pregunta, a la vez que reprocha a la IAAF, y a su presidente Sebastian Coe, que no interviniesen para permitirle participar en Río, donde aspiraba a conquistar un tercer título olímpico.
"Por supuesto que acepto que nuestros dopados sean castigados. Si hicieron trampa, que paguen. Lo que me duele es esta suspensión colectiva", afirma. Desde su puesto en la Rusada, la atleta manifestó su deseo de convencer a la Agencia Mundial Antidopaje (AMA) "de nuestra buena voluntad para limpiar las cosas en Rusia. Mi próxima victoria sería lograr una licencia para el laboratorio (antidopaje) de Moscú", concluyó.
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