La Federación Británica de Atletismo ayudará económicamente a Mo Farah en su transición desde la pista (oro y plata en los Mundiales de Londres, además de otras muchas) a cambio de medallas en los grandes campeonatos. No es que tenga que conseguirlas obligatoriamente, como es natural, pero se le pide que represente al país en las grandes citas. La cuantía de la ayuda no ha sido dada a conocer.
La petición tiene mucho sentido, porque no pocos de los grandes maratonianos prefieren dedicarse íntegramente a las pruebas llamadas comerciales y apenas actúan en Juegos Olímpicos o Campeonatos del Mundo. Parece que los directivos británicos quieren que esto no suceda en el caso de Mo Farah, atleta formado íntegramente en Gran Bretaña, pero nacido en Mogadiscio (Somalía).
El director de competición de la federación rbitánica, Neil Blak, ha declarado. "Este es el primer año de competición de Mo consagrado a las carreras en ruta y representa una opción para el equipo británico en el futuro en una gran competición en maratón. Vamos a sostener su ambición".
Mo Farah, que está nominado como mejor atleta mundial del año por la Federación Internacional de Atletismo, ha abandonado Portland (Oregón, Estados Unidos) y al técnico norteamericano de origen cubano Alberto Salazar, sospechoso de dopaje, y pasa a entrenarse en Inglaterra con Gary Lough, ex mediofondista marido de Paula Radcliffe, actual plusmarquista mundial de los 42.195 metros.
El próximo maratón de Mo Farah será el de Londres, en abril de 2018.
as.com