"Mi sueño siempre ha sido y seguirá siendo competir al más alto nivel deportivo, así que para perseguir mis metas y sueños he decidido cambiar de actividad y competir en los 200 metros", señaló la atleta sudafricana en un comunicado.
"Esta decisión no ha sido fácil, pero, como siempre, aguardo el reto y trabajaré duro haciendo todo lo que pueda para clasificarme para Tokio", agrega el mensaje.Hace dos semanas, la atleta corrió en Pretoria una prueba no oficial en esta distancia, en la que logró un registro de 23.81, mejorando su mejor marca notablemente, ya que estaba en 24.26, registro de este último de 2019.
Recordemos que la mínima olímpica es 22.80 segundos.La bicampeona olímpica y triple campeona del mundo dio también las gracias a todos los sudafricanos por haberla apoyado en su batalla legal contra la IAAF (Federación Internacional de Atletismo) durante el último año y medio.
Ese organismo anunció en 2018 una nueva normativa sobre los niveles de testosterona en mujeres para las pruebas entre los 400 metros y la milla de distancia.Según esas reglas, para competir, las atletas deberían mantener unos niveles de testosterona inferiores a 5 nanomoles por litro de sangre seis meses antes de una competición.
Hasta entonces, el umbral de tolerancia se encontraba en los 10 nanomoles, lo que según estudios citados por la IAAF hacía que quienes se aproximaran a ese límite dispusieran de una mayor masa muscular, fuerza y hemoglobina que el resto de corredoras.Semenya, especialista justo en las distancias afectadas y uno de los casos de deportistas con hiperandrogenismo más conocidos del mundo, apeló la normativa ante el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS, con sede en Lausana).
La atleta sudafricana, de 29 años, adujo que las normas eran discriminatorias y que obligaban a las deportistas como ella a medicarse innecesariamente.En mayo del año pasado, el TAS falló a favor de la IAAF señalando que, aunque la norma era "discriminatoria", era "un medio necesario, razonable y proporcionado para cumplir el objetivo de la IAAF de preservar la integridad del atletismo femenino".
Los abogados de Semenya iniciaron entonces una apelación ante la Justicia ordinaria suiza (donde se encuentra el TAS), pero esta, aunque inicialmente dio la razón a Semenya por entender que las normas atentaban contra los principios de salud pública, acabó finalmente dejando vía libre a la implantación de la normativa
.En ese contexto, la sudafricana no participó en los pasados Mundiales de atletismo de Doha e incluso anunció planes para empezar a jugar con un equipo de la liga de fútbol femenino de Sudáfrica.
AFP