La Unidad de Integridad del Atletismo no comparte la decisión de levantar la sanción a la plusmarquista mundial de 100 metros vallas por haberse ausentado de tres controles antidopaje y ganadora de la Diamond League
Cuando el pasado domingo, mediodía en Eugene, noche en España, Tobi Amusan corría los mejores 100 metros vallas de la temporada y, con 12,33 segundos, repetía su título de la Liga de Diamante, en los despachos la Unidad de Integridad del Atletismo (AIU) que pertenece a World Athletics, la federación internacional, ya había decidido, 48 horas antes, que quería que la atleta no siguiera compitiendo, y apeló ante el Tribunal Arbitral del Deporte (TAS) para que la atleta volviera a ser sancionada.
Amusan, que en la misma pista de Hayward Field, en el Mundial de Eugene 2022, sorprendió al mundo con un récord mundial de 12,12 segundos en las semifinales y, con viento ilegal, una marca de 12,06s en la final que ganó, una rebaja legal de ocho centésimas, había estado ilocalizable para tres controles antidopaje sorpresa en el plazo de un año, fallo que se castiga como un positivo.
La atleta nigeriana fue sancionada temporalmente el 19 de julio, un día después de ganar en Szekesfehervar (Hungría) y clamó por su inocencia, declarando que había pasado un test pocos días después de su tercer fallo de localización, por lo que reclamó ante el tribunal disciplinario, que le dio la razón y le permitió competir en el Mundial de Budapest, en el que terminó 6ª con 12,62s, y ganar la Liga de Diamante.
El responsable de la AIU; Brett Clothier, que ya manifestó su decepción por la decisión, ha considerado que el caso aún puede dar una vuelta y esperará que el TAS le respalde e inhabilite a la plusmarquista mundial.
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