Kipchoge, junto a Kindie como invitado sorpresa, se mantuvo a ritmo de récord hasta el medio maratón, donde pasó en 1.00:22, 12 segundos mejor que hace un año. El keniata estuvo arropado por su grupo hasta el kilómetro 25, momento en el que sólo se mantuvo una de las liebres y Kindie, aunque ambos tuvieron que retirarse poco después tras el titánico esfuerzo de haber acompañado a Eliud.
Fue en ese momento cuando se vio la primera 'debilidad' del plusmarquista mundial, que se vio obligado a ralentizar su ritmo antes del kilómetro 30. Por primera vez el récord del mundo parecía evaporarse.
Sin embargo, en la prueba femenina, Assefa seguía volando por las calles de Berlín. Acompañada ya sólo por una liebre, la etíope proyectaba un ritmo de 2.13:00, más de un minuto por debajo del tiempo que logró Kosgei en Chicago en 2019.
Mientras Assefa se citaba con la historia, por delante, Eliud, con su poderosa y estética zancada, iba lanzado a por otro triunfo en Berlín, sin récord del mundo, pero a punto de firmar otro hito porque nadie ha ganado tantas veces el maratón de la capital alemana. De hecho, Kipchoge, con 2.02:42 en meta, desempata así con otro genio, Haile Gebrselassie, que se coronó cuatro veces ganador en la Puerta de Brandenburgo. Un triunfo que a Kipchoge le ayuda a olvidar su sexta plaza en Boston en abril para reconciliarse de nuevo con el maratón.
Minutos después, la historia del maratón femenino iba a inscribir el nombre de Tigst Assefa en la tabla de tiempos. Cuando Kathrine Switzer se convirtió en 1967 en la primera mujer en correr un maratón en Boston, la plusmarca mundial masculina era 2.12.00. Cincuenta y seis años después de aquello, la etíope encaró la meta de Berlín entre los aplausos del público y una marca estratosférica de 2.11:53, con el que mejora en más de dos minutos la plusmarca de Kosgei.
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