Tigst Assefa eclipsó a Eliud Kipchoge en Berlín. La etíope, soberbia durante 42,195 kilómetros, estableció un estratosférico récord del mundo de maratón al cruzar la meta en la Puerta de Brandenburgo en 2.11:53. Assefa, que ya el pasado año sorprendió con su victoria en la ciudad alemana acompañada de una mejoría de su marca personal de 18 minutos, quiso grabar su nombre en la historia del maratón de Berlín, el que más veces había vivido la plusmarca mundial masculina, pero que no se apuntaba un récord femenino desde que la japonesa Naoko Takahashi lo hiciera en 2001.
Kipchoge, por su parte, no pudo mejorar el récord mundial que logró el pasado año, pero su nombre irá ligado a Berlín para siempre al sumar su quinto triunfo en las calles alemanas, algo que no ha logrado ningún atleta en la historia. De hecho, el keniata supera a otro mito, Haile Gebrselassie, que había ganado en cuatro ocasiones en esta carrera.
Y eso que Kipchoge, consciente de su idilio con Berlín, no quiso especular y ya en el primer kilómetro, a 2:47, presentó sus credenciales a otro récord del mundo. Arropado por las tres liebres, en formación de flecha para acunar sin viento cada una de las zancadas del plusmarquista mundial, sólo el etíope Derseh Kindie, de 24 años, osó a quedarse en ese grupo de privilegio, que se destacó en cabeza ya en el segundo kilómetro.
A ritmo de récord del mundo desde el inicio, Kipchoge alcanzó los 10 kilómetros en 28:27, 15 segundos por debajo de la plusmarca que logró el pasado año (2.01:09) también en Berlín. En cabeza, una vez más, ya era una carrera de Eliud contra el crono, toda vez que el resto de favoritos iban en un grupo posterior a 31 segundos.
Mientras, en la prueba femenina, también el grupo que lideraba la etíope Tigist Assefa, la sorprendente ganadora del pasado año en Berlín -que llegó a mejorar hasta en 18 minutos su marca personal para lograr la tercera mejor marca de la historia (2.15:37)-, viajaba por las calles de Berlín a ritmo de plusmarca mundial. De hecho, en pos de ese objetivo, en el kilómetro 15, Assefa decidió cambiar de ritmo para aclarar la prueba, un ataque que sólo pudo seguir Edesa... durante unos minutos. Porque la cadencia de la etíope marcaba en ese momento un registro final de locura, con 1.06:20 en el medio maratón, y una proyección para destrozar el récord de 2.14:04 de Kosgei.
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