EFE
El atleta etíope Milkesa Mengesha consiguió la victoria en la quincuagésima edición de la histórica maratón de Berlín, disputada ese domingo en la capital alemana, en una igualada carrera, que llegó a tener hasta cinco aspirantes en los últimos tres kilómetros, y en la que cruzó la meta a las 2 horas, 3 minutos y 17 segundos.
Sin la participación en esta edición de su pentacampeón, el keniano Eliud Kipchoge, el pelotón quiso hacer honor desde el arranque al gran ausente de la gran carrera de resistencia y marcó un ritmo trepidante desde el arranque. No se habían cronometrado ni tres minutos cuando el grupo de favoritos ya superó el primer kilómetro de la prueba. Al frente de la carrera ya se visualizaba una escapada de unos veinte corredores, menos que en otras ediciones, que ya lanzaban el mensaje al resto de los participantes, escoltados por tres liebres.
Los primeros cinco kilómetros, al paso del imponente Reichstag, mantenían la tónica del comienzo. El grupo de cabeza, liderado por el propio Mengesha y su compatriota Tadese Takele y el keniano Kibiwott Kandie, los cruzó a los 14:25 minutos, rebajando la marca en el parcial de Kipchoge. A su rebufo apretaba el ídolo local, Filimon Abraham.
El ritmo de 2:50 por kilómetro se mantenía relativamente estable, con una oscilación de unos cinco segundos, y tras un primer avituallamiento sin incidencias, el primer punto clave, los 15 kilómetros, al paso del cruce de Kottbusser, redujo el grupo de cabeza a quince corredores.
A la mitad de la carrera, el simbólico kilómetro 21, cerca del Parque Heinrich von Kleist, el cronómetro marcaba 1 hora y 57 segundos en la escapada del frente, lo que dejaba un margen muy estrecho para superar el récord en la prueba berlines de Kipchoge (2:01:09).
Flaquea el favorito Takele
Con las liebres disolviéndose con el paso de los tramos, el favorito Takele comenzó a flaquear y se vio relegado temporalmente al grupo perseguidor, que trataba de no perder el acelerado ritmo de Kandie y Mengesha, los líderes de la cabeza a los 25 kilómetros, y que habían impulsado una mínima brecha.
Una imagen del maratón de Berlín
Kandie comenzó a acusar el esfuerzo derrochado y pasó de marchar primero a caerse del cabecero de la prueba, a medida que ascendía el keniano Edwin Kiprop, en segundo plano del grupo de los destacados durante los primeros 30 kilómetros, y que equiparó su ritmo al de Mengesha. En el kilómetro 35, cerca de Wittenberg Platz, llegó el esperado ataque de Takele y el tramo final se convirtió a una auténtica lucha entre etíopes y kenianos, con cinco atletas. Junto a Kiprop, Mengesha y Takele tiraban en el grupo Cyprian Kotut y Haymanot Alew, en busca del prestigioso triunfo. A Katele, sin embargo, le pasó factura la subida de marcha y se descolgaba a falta de tres kilómetros para el final y, sucesivamente, se cayeron también de la contienda por la victoria Alew y Kiprop.
La lucha final se convirtió en un mano a mano a la par entre Kotut y Mengesha. Este, gracias a su sólido ritmo durante toda la marcha, consiguió dar un tirón más en el último kilómetro que Kotut no pudo seguir y atravesó la monumental Puerta de Brandemburgo para adjudicarse el triunfo en una apretada carrera con los cuatro primeros en menos de 2 horas y 4 minutos.
Ketema se quedó sola
En categoría femenina, sin la plusmarquista Tigist Assefa, que precisamente consiguió el récord de mujeres en la maratón de Berlín del pasado año, eran sus compatriotas Tigist Ketema y Azmera Gebru las que marcaron un ritmo infernal que prácticamente las dejó solas en cabeza desde los tramos iniciales. Gebru no pudo aguantar la marcha endiablada de Ketema, que se quedó en solitario desde el tramo medio para enfilar la meta con suma facilidad y cruzarla a las 2 horas, 16 minutos y 41 segundos. Es la quinta victoria consecutiva de una atleta etíope en Berlín y el tercer doblete del país africano en los últimos cinco años.