Lo que muchos consideraban como una hazaña imposible, conquistar uno de los santos griales de los récords de atletismo en pista, Jakob Ingebrigtsen lo consiguió con una carrera brillante.
El noruego se convirtió en el primer atleta de la historia en romper la barrera de los 7:20 en los 3.000 metros, acabando así con el récord de atletismo en pista más longevo que aún quedaba en pie.
Esa carrera en Silesia el pasado mes de agosto nos recordó a todos la mentalidad tan competitiva de Jakob Ingebrigtsen y su continúa búsqueda de la perfección.
Para Ingebrigtsen, la excelencia es algo que se puede conseguir, y a sus 23 años, tiene todo el tiempo del mundo en sus manos para tratar de ser el mejor corredor de distancia de todos los tiempos.
"Llevo tres, me quedan siete. ¿Qué es lo siguiente?", publicó en Instagram después de inscribir su nombre en los libros de historia con un tercer récord del mundo, apenas dos semanas después de haber ganado el oro en los 5.000 m de París 2024.
Un mes antes, Ingebrigtsen había logrado la mejor marca mundial en los 1.500 m desde 2015, bajando por primera vez de los 3:27 para dejar su mejor marca personal en 3:26.73. ¿Qué necesitaría para batir la histórica plusmarca de Hicham El Guerrouj?
"Además de las condiciones... estado de forma, ritmo, parciales, época del año tal vez", explicó el noruego cuando le preguntaron en la previa de las recientes Finales de la Diamond League 2024.
"No es un récord del mundo que pueda batirse fácilmente, como hemos visto. Estadísticamente, ha sido imposible durante muchos, muchos años", añadió.
Ese momento tampoco llegó en Bruselas, donde al menos se resarció de su sorprendente derrota en la final olímpica ganando un nuevo Diamante.
"Este es mi cuarto título, o solo mi cuarto título, porque espero ganar más", declaró Ingebrigtsen. "Durante todo este año he tenido carreras buenas y carreras malas, así que espero hacerlo mejor la próxima temporada. Aún tengo cosas que mejorar, así que tengo que seguir trabajando duro".
